Hungría, escala de un viaje a ninguna parte

Hungría, escala de un viaje a ninguna parte

Un aluvión de personas busca seguir viaje hacia los países más ricos; en Budapest cierran la estación de trenes La policía húngara impide que los refugiados se suban a los trenes. Unos 800.000 pedidos de asilo se tramitarán en Alemania

LA SENTADA DE PROTESTA. Policías húngaros impiden el acceso de cientos de inmigrantes a la estación de ferrocarril de Budapest-Este. reuters LA SENTADA DE PROTESTA. Policías húngaros impiden el acceso de cientos de inmigrantes a la estación de ferrocarril de Budapest-Este. reuters
02 Septiembre 2015
BUDAPEST.- Las autoridades húngaras volvieron a impedir el acceso de refugiados a la estación del Este de Budapest para tomar un tren con destino a Austria y Alemania, lo que tranquilizó en esos países la situación, que sin embargo sigue siendo dramática en Grecia. La policía húngara volvió a realizar controles en los andenes para evitar que los refugiados se subieran a los vagones. Poco después, se cerró la estación por completo durante dos horas, tras desalojar a todos los refugiados. Después fue reabierta, pero la policía no dejó pasar los refugiados, lo que produjo tumultos. Algunos refugiados protestaron y pidieron que les dejaron viajar a Alemania, pero después los ánimos se fueron calmando; cientos esperan poder viajar al Norte.

Según cooperantes y activistas, entre 1.500 y 2.000 refugiados esperan en la “zona de tránsito” cerca de la estación una oportunidad para poder continuar su viaje a Austria y Alemania. El lunes, las autoridades húngaras suspendieron por sorpresa los controles en la estación, con los que se evitaba que se subiesen en trenes internacionales quienes no tuviesen un visado para Austria o Alemania. Tras ello, unos 2.000 partieron hacia Viena y Múnich. Y ayer siguieron llegando inmigrantes a la estación Viena Oeste de la capital austriaca, donde fueron asistidos por numerosos voluntarios, que les dieron comida y bebida. Hungría está afectada por un procedimiento de violación de tratados por parte de la Unión Europea (UE), después de que dejara entrar a miles de personas sin haberlas registrado previamente.

En comparación con los escenarios caóticos vividos el lunes, la situación se tranquilizó. También fue más tranquila la situación en la estación de Salzburgo, Austria. Desde Salzburgo partieron unos 2.000 refugiados llegados desde Hungría rumbo a Alemania. Y mientras tanto otras 2.500 personas llegaron a Baviera, que suman 4.300 desde el inicio de la semana. La ministra de Asuntos Sociales, Andrea Nahles, alertó que Alemania necesitará una ayuda adicional de entre 1.800 y 3.300 millones de euros para hacer frente al gasto social de los refugiados y a su integración en el mercado laboral en 2016. “Estos costos crecerán hasta 7.000 millones de euros (U$S 7.900 millones) en 2019”, señaló. Alemania prevé recibir este año la cifra récord de 800.000 pedidos de asilo.

Más dramática es la situación en Grecia, donde más de 23.000 refugiados llegaron por barco la semana pasada, lo que supone un aumento de casi el 50 %, con respecto a 2014. En ese mismo periodo llegaron 9.400 refugiados a la frontera entre Hungría y Serbia. En la isla de Lesbos -mar Egeo- aguardan otros 15.000 poder continuar el viaje hacia el Oeste y el Norte de Europa; cada día llegan cientos más. Pero debido a la grave crisis económica, las autoridades de Lesbos no tienen dinero para ayudar a los refugiados, que tienen que dormir a la intemperie. Miles esperan en las islas de Samos, Cos, Leros y Agathonisi poder seguir a través de la ruta de los Balcanes. (DPA)

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