Cartas de lectores
 la gaceta / archivo  opusvida.com/ la gaceta / archivo opusvida.com/
07 Julio 2014

Travesuras y leyes
Hace siglos ya Martín Fierro lo decía en sus versos: “La ley es como la telaraña: atrapa a los bichos chicos y deja pasar a los grandes”. En efecto, el editorial de LA GACETA (3/6) en su encabezado señala: “Travesuras que debería investigar la Justicia”. La nota refiere a uno de los tantos casos a los que ya nos tiene acostumbrados la recalcitrante clase política vernácula: la controversia suscitada en la Legislatura por la distribución de los fondos del Plan Mas Cerca ($ 431 millones de pesos segunda parte), donde tres municipios (Bella Vista, Famaillá y Simoca) quedaban con la ñata contra el vidrio. Como señala el editorial, “la plata es a menudo motivo de peleas y de divisiones”. Y se trata de “travesuras” con la plata de Juan Pueblo que la justicia hace la vista gorda. Desde las más altas esferas de la nación cunde en realidad el mal ejemplo. Nuestra Presidenta, en la voluntad de doblegar la caracterización republicana del Poder Judicial, se ha permitido en un reciente discurso denunciar que sus componentes se “autogobiernan y autoerigen”. Juan Pueblo también lee y se entera que el artículo 109 de la Constitución Nacional estipula: “En ningún caso el Presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”. O el artículo 113 que dice: “La Corte Suprema dictará sus reglamento interior y nombrará sus empleados”. Son artículos de la Constitución que la Presidenta juró respetar cuando asumió el cargo. “Cambiar el mundo amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia” (Miguel de Cervantes Saavedra).

Norberto Abregú
[email protected]

Un motivo de los más grandes
Nuestra Argentina actual, con ingresos exorbitantes de dinero -en comparación con los que estábamos acostumbrados-, vía impuestos directos e indirectos, resultados de exportaciones cada día mayores conseguidas con trabajo y capital, pese a lo que pasa o pasó, tiene muy buenos presupuestos. “De acuerdo”, dirán algunos, ¿a qué viene todo esto? A que se está cobrando un interés usurario, más allá del cuatro por ciento mensual, en préstamos, incluida la Anses, que presta a los mismos dueños del dinero depositado. Pese a que la oferta de pesos es cada vez mayor, al igual que el circulante. Incluso los dólares bancarios, que también por alquimia financiera son transformados en pesos. Esto da por tierra la ley de la oferta y la demanda. Existen instrumentos que regulan lo que se llama la creación de dinero de la nada, cuando las entidades financieras prestan y represtan el dinero de depósitos. Quien puede hacer esto, aquí y en otros países, es el Banco Central, custodio del valor de la moneda. No es la única entidad que ejerce este trabajo, también debe hacerlo la política económica nacional. Pero quien puede aconsejar sobre bases firmes a la política económica es, sin duda, el Banco Central. Sólo si cumple con su sabio estatuto que obliga a reunir todos los meses a los que dirigen las actividades económicas del país: industria, agro, bancos, sindicatos. Un director en 1980, Adolfo Diz, fue presidente del Banco Central y luego vinieron 15 presidentes más, hasta llegar a Pou, Maccarone, Blejer, Prat Gay, Redrado, Marcó del Pont y Fábrega. Los resultados de estos presidentes fueron una inflación de 11 ceros: Argentino, cuatro ceros; Austral, tres ceros; Pesos, cuatro ceros. Y siguen sin cumplirse los estatutos del Banco Central, cuyos presidentes deben ser elegidos por acuerdo del Senado. La causa no es una sola. ¿No hay pasión para ejercer el cargo? ¿Faltan condiciones personales? ¿No basta el respaldo de los senadores para hacer lo que hay que hacer? El mal resultado es un interrogante. ¿Cuántos ceros harán falta si se sigue así?

Publicidad


Carmelo José Felice
[email protected]

Un gesto de ética
Qué bueno sería que el gobernador no dispusiese que se contrataran cientos de ómnibus, sándwiches y gaseosas, y dinero en mano, para que el pueblo se manifestara espontáneamente el 9 de julio esta vez. Sería un gesto de ética política que aportaría aire renovado a esta asfixiante atmósfera de corrupción, injusticia e impunidad.

Publicidad

Carlos Duguech
[email protected]

RÉQUIEM DE VERDI
Respecto de la carta de Antonio Liberti (6/7) sobre las veces que se interpretó el Réquiem de Verdi, quiero aclarar que la reseña que se publicó en LA GACETA fue extraída del capitulo VI del libro “El Teatro del Ayer de Hoy y de Siempre, Centenario del Teatro San Martín de Tucuman” (el 11 y 12 de octubre de 1980 se escucha el Réquiem, interpretado por primera vez por el Coro y la Orquesta estable de la Provincia) y está dentro del contexto de la trayectoria de los Cuerpos Artísticos del Teatro, patrimonio artístico de ese teatro. En el capitulo IV del libro hago referencia a la participación del Coro Universitario en 1966 (La misa de Réquiem de Giuseppe Verdi fue interpretada el 22 de septiembre en medio de algunos imprevistos y sucesos en el teatro. Interpretado por el Coro Universitario y la Orquesta Sinfónica de la UNT, esa noche el concierto no podía comenzar porque debieron esperar que terminen de caer panfletos que se arrojaron desde la planta de galería, en homenaje a la memoria del estudiante asesinado en Córdoba el 12 de septiembre de ese año: Santiago Pampillon”).

Cristina Tilland
[email protected]

Paro universitario
Un alumno, en LA GACETA, explica estar en una “situación desesperante”. Seguramente tiene que responder, con estudio, el sacrificio de sus padres. Similar situación están pasando los profesores: “también lo soy (padre). Estamos desesperados por la situación, hacemos algunas cosas, pero no ir a dar clases” (Oscar Pavetti, dirigente de Adiunt). Para el alumno se trata de un “cuatrimestre perdido” y “el no inicio del segundo cuatrimestre”, es decir gastos y esfuerzos tirados por la borda. En el caso del profesor, se trata de salario perdido, por inflación y devaluación, y un único pensamiento: cómo llegar a fin de mes. Hasta el momento, dos víctimas de una cruel situación. Pero los victimarios, los que niegan un salario de $ 8.000 y encarecen la vida de un estudiante, están presentes e identificados en las consignas de la lucha docente, pero no en los argumentos del estudiante. Por el contrario, el alumno se la “agarra” con los profesores, calificándolos de extorsionadores. ¿Realmente sus profesores, con los que “convive” cotidianamente en “filo”, lo están extorsionando? ¿El estudiante está mirando la situación del otro, o sea del profesor? Seguramente, cuando se reciba y sea profesor, usted, en algún momento de su vida, va a ser un afectado por la política gubernamental, y va a estar obligado a realizar un paro. ¿Le gustaría que sus futuros alumnos lo califiquen de tal manera? También puede ser que adopte la posición de “algunos docentes de buena voluntad que dictan sus clases pero que son la excepción”. Pero, tarde o temprano, va a ser víctima de algo. Por ejemplo, de un corte de luz por varios días: usted decide salir, a la calle, y cortarla. Seguramente, el vecino que no pueda circular apelará a su mismo razonamiento y lo juzgará de extorsionador. Pero usted ¿tiene la voluntad de extorsionar a su vecino? La otra posibilidad, es que este se solidarice, corten juntos, e identifiquen al victimario, porque, en algún momento, le puede pasar lo mismo que a usted. En otro aspecto de sus argumentos, el alumno se refiere a la izquierda, y también la acusa de “trasladar sus frustraciones y fracasos”. Usted, como futuro docente, no debería usar adjetivos sino argumentos, e informarse al respecto. ¿Cómo sabe que han fracasado? Por otro lado, ¿acaso cree que le “lavan” la cabeza a los docentes? Me parece que subestima a los profesores en sus capacidades racionales. La izquierda, como corresponde a su posicionamiento, está con la lucha de los trabajadores y, a su manera, tiene una compresión de los motivos de la medida. Usted, sencillamente, los tendría que haber ignorado, concentrarse en su problema y no hacerles propaganda al “zurdaje”, que implícitamente alude. ¿Quién será, entonces, el frustrado? Por último, argumenta que el paro vulnera “derecho de terceros” y pide un “amparo a la Justicia para que ordene al gremio de Adiunt el cese inmediato de la huelga, mientras se desarrolla la paritaria”. Lo que plantea usted es un “sin salida”, porque es un debate histórico, sin conclusión por el momento. Albert Soboul, en “La Revolución Francesa”, dice lo siguiente: “Poniendo entre los derechos naturales el de la propiedad, y haciendo de la libertad económica el principio mismo de la nueva organización social, la burguesía constituyente metía en el alma de la nueva organización una contradicción que no podía superar… Las masas populares, sin embargo, tenían de la igualdad de derechos una idea más concreta y tomaron al pié de la letra lo que para la burguesía no era más que una afirmación teórica... De la igualdad de derechos, los militantes populares dedujeron el derecho a la existencia… El problema de las subsistencias constituyó un factor poderoso de toma de conciencia”. Pero en nuestro debate, el derecho a estudiar, junto al derecho a luchar y la huelga (a la subsistencia), no se contraponen; por el contrario, se unen como víctimas de los victimarios gubernamentales.

Pedro Pablo Verasaluse
[email protected]

Lavado de veredas
Es necesario que las autoridades municipales fijen severas multas a quienes sean sorprendidos lavando las veredas usando sólo mangueras. Este mal hábito practicado por porteros y empleadas domésticas en forma desaprensiva, va en perjuicio de la población en general. Además de la sanción, deberían ser obligados a realizar un curso donde se los concientice sobre la importancia del uso racional del agua.

Teresa Marchetti
[email protected]

Conducta antisocial
Durante el partido que disputaron la Selección Argentina y la de Bélgica, aprovecharon algunos camiones para tirar sus desechos de obras en construcción en las entradas de la San Miguel de Tucumán (avenida de circunvalación). Historia sin fin esta de usar los ingresos de la ciudad capital como vaciaderos a cielo abierto, usados para despojarse de los residuos en forma desaprensiva, haciendo caso omiso a una conducta ambiental y social que debiese estar implícita en todos y cada uno de nosotros. Despojarse de la basura propia en lugares públicos hiere profundamente la cultura socio ambiental y deja al desnudo parte de la idiosincrasia de los tucumanos. Es mucho más fácil ensuciar que ocuparse de las miserias propias. La realidad se encuentra a la vista y exhibe desde carros tirados por caballos, autos, camionetas de todo porte, inclusive las de doble tracción, camiones de empresas constructoras... Todos ya se tomaron la atribución de usar el espacio público como referencia de despojos de sus residuos. Se trata, tristemente, de conductas antisociales que perturban la vida en sociedad. Nos encontramos a un paso de vivir en suciedad, no en sociedad. Como tucumano comprometido en el cuidado y preservación de nuestro medio ambiente, es mi deber admitir que nuestra querida Provincia ocupa el primer lugar en “descuido ambiental”, no tan solamente las entradas hacen gala para ese primer puesto, calles forradas de bolsas rotas que desperdigan su contenido, agua brotando del pavimento, cloacas rotas por doquier, etcétera. ¿Por qué llegamos a este punto, dónde quedaron los valores y el respeto hacia los demás?. Porque esto de ensuciar lugares públicos es faltar el respeto a toda una sociedad y, por supuesto, también a uno mismo.

Pedro Martínez
concienciambientaltuc@hotmail. com

Un país poco serio
Con motivo de la carta que envié y se publicó en la edición del pasado viernes (“Un país poco serio”), recibí luego varios correos electrónicos solidarios y uno de ellos me apuñaló... una señora, desde Israel, me dijo que los gobernantes sí saben lo que hacen… pero que no les importa. Esto me hizo reflexionar con respecto a que ya sabemos que no les importa ni les avergüenza su accionar, pero hay algo que entraña un peligro mayor y es que nosotros, los ciudadanos comunes, tomamos ese camino. En general la gente siente y dice: “No se puede hacer nada, a ellos no les importa y ademas son impunes. ¿Qué podemos cambiar nosotros?” ¡Error! Nosotros no solo debemos tratar de cambiar esto, sino que también debemos tratar de no ser “cómplices”. Somos cómplices no metiéndonos, ni opinando, ni interesándonos por nada. Un ejemplo sencillo: el gobierno manifestó en las últimas horas que el proceso a Amado Boudou (está acusado de presunto cohecho en la “causa Ciccone”) es un “intento de golpe”. Es increíble, pero es cierto. Ahora yo me pregunto: ¿investigar y procesar a alguien por corrupción es un intento de golpe? ¿No será que Nicolás Sarkozy, ex presidente de Francia; la infanta Cristina, su esposo Iñaqui Urdangarín y el ahora ex rey Juan Carlos, en España; y Boudou y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, en la Argentina, tienen las manos sucias? ¿O será que todo el planeta se volvió golpista? La sensación de la gente en general es que esto es un desastre, pero como siempre, el corrupto va a zafar y no pasará nada. Si nosotros dejamos que al fiscal José María Campagnoli lo destituyan (ese sí que seria un golpe a las instituciones, propinado por el Gobierno), que a Boudou le sigan “haciendo la corte” y que a Jaime lo dejen ir sin hacer absolutamente nada, la culpa ya no será de ellos, sino de quienes los dejan accionar de esa manera sin opinar nada. O sea, de nosotros. Por lo tanto, sería muy interesante, que dejáramos de mirar desde afuera y de sentir que esto no nos toca, y que decidiéramos involucrarnos más, aunque sea opinando. Porque si no, los corruptos recogen el guante y siguen como vienen, total nadie dice nada. Conclusión: prefiero opinar, prefiero que aunque sea mis hijos sepan que no estoy de acuerdo con ciertas cosas y que respeto a los que opinan distinto, pero mucho mas respeto a los que opinan porque sus hijos también sabrán quienes son y conocerán que defienden lo que piensan que es correcto. Estamos en un momento en el que nuestros hijos necesitan saber qué opinamos y qué valores tenemos. Nosotros somos, para hacérselos saber, muchísimo mejores que Twitter, WhatsApp y tantos otros medios. Que no nos quepa la menor duda.

Nicolás Liprandi
[email protected]

Abandono total
Desde hace más de un año que los vecinos del barrio Bernel (Yerba Buena) venimos padeciendo episodios de inseguridad, reclamando constantemente por mejoras en los servicios de iluminación y calles. La avenida Fanzolato, que ingresa hacia nuestro barrio, se encuentra a oscuras y desemboca al final en el basural a cielo abierto de la Municipalidad de Yerba Buena. ¡Basural que invita a carros y particulares a traer sus desperdicios y tirarlos acá! Esto nos genera no sólo un malestar a los ojos sino también al olfato por los olores que provienen desde ahí; y por la quema diaria de esa basura cuyo humo inunda nuestros hogares y pulmones. Basural (con gente extraña que viene y va) más falta de iluminación es una combinación de factores que generan inseguridad a los vecinos. Contamos con numerosos reclamos y expedientes presentados ante la Municipalidad, el Concejo Deliberante, la Defensoría del Pueblo, la Legislatura y el Ministerio de Salud Pública, todas sin respuesta alguna. Los vecinos del barrio Bernel exigimos una pronta solución a nuestros reclamos de iluminación y estado de las calles y la erradicación del basural. Nos sentimos en estado de abandono total por parte de la Municipalidad de Yerba Buena.

Claudia Roldán
[email protected]

Mundial que nos une
Por fin después de la década ganada, un equipo de fútbol podrá unir en un día patrio como el 9 de Julio a todos los Argentinos. Por fin este año, nuestro Gobierno no logrará separar al pueblo y seguramente la noche del miércoles próximo estarán colmadas todas las plazas, enarbolando la celeste y blanca como único símbolo patrio. Esto será producto de la pasión que une a todos, la misma que como argentinos deberíamos tener cuando se aproxima una fecha patria, quedándonos en nuestra casa, en familia y no tomarlo como un día para hacer turismo, sino un día para recordar a nuestros héroes que supieron derramar su sangre para nuestra libertad, aquellos que lejos de sus intereses particulares, murieron pobres en pos del bien común. No importa cuál será el motivo que el próximo miércoles nos una a todos, deportivo o patriótico. Lo que sí importa es que también nuestros héroes, allá arriba, estarán festejando junto a nosotros como verdaderos argentinos. Aunque quizás en nuestras memorias queden los logros de nuestros jugadores, que supieron dejar virtualmente la vida en la cancha, también recordemos a aquellos que dejaron realmente la vida en las batallas, por nuestra libertad.

Gustavo Alberto Villagra
[email protected]

Tener y ser
El pensador humanista Erich Fromm publicó “Tener y Ser”, un ensayo donde reivindica la cultura del Ser frente a la Cultura del Tener. Dice en uno de sus capítulos que “El hombre sólo puede ser él mismo cuando es capaz de expresar sus potencialidades innatas, pero esto difícilmente llegue a ocurrir cuando su objetivo es poseer la mayor cantidad de cosas. Si sólo se empeña en obtener posesiones concluirá convirtiéndose en un objeto más”. Qué importante sería que algunos lean y reflexionen sobre estos conceptos, máxime porque hoy existe una marcada tendencia a valorar a los semejantes, las naciones, las instituciones por lo que producen, por los logros económicos o la cantidad de objetos que acumulan sin hacer hincapié en las cualidades humanas, en el talento, la honestidad e integridad. Sólo basta ver lo que pasa en distintos ámbitos laborales, donde alcanzar los objetivos propuestos desde la jerarquía empresarial interesa más que la bondad, la honorabilidad y una óptima calidad en las relaciones interpersonales. No hay dudas que una parte de la sociedad actual pone el acento en la cultura del tener por sobre la cultura del ser. Me parece que se parte de un error conceptual, y es creer que las personas son valiosas si producen, tienen mucho dinero, consumen todo lo que les gusta, acumulan riquezas. Lo peor es que algunas personas están convencidas de que lo material asegura felicidad. Muchas veces me he preguntado qué sentido tiene acceder fácilmente a los bienes materiales, disponer de importantes sumas de dinero, si la integridad de los seres humanos está en tela de juicio.

Marcelo Malvestitti
marcelomalvestitti35@hotmail. com 

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios