Cerisola dio marcha atrás con la línea 118

Cerisola dio marcha atrás con la línea 118

Por presiones del amayismo, el rector de la casa de altos estudios debió modificar una nota en la que mencionaba una sola empresa. El servicio "interfacultades" para trasladar estudiantes deberá esperar a que el municipio llame a un proceso de licitación.

FACSÍMIL. La nota de la izquierda, elevada por Cerisola en septiembre, mencionaba la línea 118. El texto definitivo (derecha) no nombra empresas. FACSÍMIL. La nota de la izquierda, elevada por Cerisola en septiembre, mencionaba la línea 118. El texto definitivo (derecha) no nombra empresas.
08 Octubre 2013

Hasta hace una semana, todo hacía presagiar que el pedido que realizaron los estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) para que haya más seguridad en las facultades iba a ser cumplido sin mayores inconvenientes por las autoridades de la casa de altos estudios. Pero la implementación de una línea de ómnibus "interfacultades" quedó empantanada a raíz de un cortocircuito que se produjo entre el rector, Juan Alberto Cerisola, empresarios del sector y algunos concejales que responden al intendente, Domingo Amaya.

Cuando promediaba la protesta estudiantil, a mediados del mes pasado, Cerisola mantuvo un encuentro con el apoderado de la empresa "La Nueva Fournier" y ex directivo de Aetat, Jorge Berreta. El rector acordó el nuevo servicio con el empresario y envió al Concejo Deliberante de la capital el pedido de modificación del recorrido de la Línea 118.

La solicitud ingresó por mesa de entradas el 20 de septiembre pasado. Para entonces, Cerisola había anunciado la puesta en marcha de la prestación para los alumnos. "Hemos venido trabajando con la empresa La Nueva Fournier, que ofrece la puesta en marcha de un recorrido que abarque casi todas las unidades académicas de la UNT. Estamos a la espera de que la Municipalidad de San Miguel de Tucumán autorice este nuevo servicio", había señalado Cerisola. Incluso, el ex decano de Educación Física y actual colaborador del rector, Mario Abaca, llegó a anunciar qué recorrido tendría esa línea.

Según fuentes consultadas por este diario, el pedido de Cerisola generó malestar entre los empresarios nucleados en Aetat y en los concejales amayistas. Los propietarios de colectivos le hicieron saber al rector que ellos también estaban interesados en prestar el servicio, al igual que su colega Berreta. A su vez, indicaron los voceros, concejales amayistas le expresaron a Cerisola que la implementación de un nuevo servicio de ómnibus sólo era posible mediante un llamado a licitación.

La primera nota, enviada el 20 de septiembre por el conductor de la UNT, rezaba: "me es grato dirigirme a usted (por el presidente del cuerpo, Santiago Cano) con el objeto de solicitar la ampliación del recorrido de la línea de ómnibus 118 hasta la Facultad de Filosofía y Letras de nuestra Universidad". En la nota, Cerisola detalla que el recorrido comprendería también a la facultades que funcionan en la ex Quinta Agronómica.

Una semana después, el mensaje del amayismo llegó al Rectorado. El proyecto enviado tendría un solo destino: el veto del intendente. A raíz de este cortocircuito que se generó, desde el Departamento Ejecutivo Municipal le recomendaron a Cerisola que cambiase la nota. El último miércoles, en la reunión de la comisión de Transporte, el propio subsecretario de Extensión, el camporista Ricardo Zupán, fue el encargado de entregar en mano el nuevo pedido con los cambios. "Me es grato dirigirme a usted con el objeto de posibilitar la ampliación de los recorridos de las distintas líneas de ómnibus que circulan por la ciudad", reformuló Cerisola el texto, e invitó al resto de las líneas a participar.

ANALISIS

En posición adelantada

Juan Pablo Durán - LA GACETA

Fue un claro mensaje político del amayismo a Cerisola. Para remediar una situación que lo desgastaba, el conductor de la UNT firmó un pedido que golpeó en el corazón de la autonomía municipal: la regulación del transporte en la capital es potestad exclusiva de la Intendencia y del Concejo. Y así se lo hicieron saber. El amayismo amenazó con vetar una posible ordenanza que promocionara a un solo empresario. Para no generar desavenencias políticas con La Cámpora, Cerisola fue advertido por el municipio, aunque demasiado tarde. Al final quedó en posición adelantada.

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