Un paisano de buena madera, con oficios múltiples, que es artesano de la naturaleza

Un paisano de buena madera, con oficios múltiples, que es artesano de la naturaleza

Nació, creció y ancló en El Cajón, Burruyacu. Aunque durante largo tiempo vivió seis meses por año en otros latitudes, hace 25 que esculpe la piedra mora y el mármol, graba el algarrobo, fabrica instrumentos de percusión y talla huesos. No es académico, sino "sólo un autodidacta de la creación artística". Con medio siglo de existencia, es un personaje en la edénica villa que habita

EL ANGEL DEL VINO. La última creación del catálogo casero y chacarero de Cuny Ferreyra sobre un tronco de algarrobo, a puro martillo y cortafierro. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARAOZ EL ANGEL DEL VINO. La última creación del catálogo casero y chacarero de "Cuny" Ferreyra sobre un tronco de algarrobo, a puro martillo y cortafierro. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARAOZ

"Hay fuerzas desconocidas en la naturaleza. Cuando nos entregamos por completo a ella, sin reservas, nos muestra formas que nuestros ojos no ven y nuestra inteligencia no entiende ni imagina". El pensamiento del talentoso escultor francés de la corriente impresionista, François Auguste René Rodin (1840-1917), es como una analogía descriptiva de la sensibilidad y de las inquietudes de Héctor "Cuny" Ferreyra. Un paisano de El Cajón. Una pintoresca villa ubicada a 60 km al noreste de la capital tucumana; a 18 km al sureste de Burruyacu; y a ocho km al oeste de la ruta provincial 310. En el tramo entre Taruca Pampa y Villa Benjamín Aráoz. 

"Cuny", que a los 50 años se autodefine como un "obsesionado de las formas de las cosas", por cierto no es Rodin. Tampoco pretende serlo. Tal vez leyó algo sobre el artista galo. Y hasta alguna vez, en las noches estrelladas de El Cajón, quizás soñó llegar a ser como él. Pero eso poco importa cuando el arte es una actividad placentera y creativa. Sin fines de lucro. Sólo una manifestación de las inquietudes del espíritu o de la búsqueda personal. Lo cierto es que Ferreyra, martillo y cincel en mano, talla un tronco de algarrobo mientras desnuda su intimidad de paisano, abejero, artesano de la madera, de la piedra, del mármol y hacedor de bombos.

Autodidacta
"No tengo formación académica. Aunque en mi juventud intenté estudiar en el Departamento de Artes, sobre la calle Bolívar. Hoy es una facultad de la Universidad Nacional de Tucumán. Fui menos de un año y deserté. Había que mantener la casa. Sin embargo, no claudiqué en mi inquietud. Me considero un autodidacta del grabado en piedra mora, mármol y madera", explicó, mientras le daba forma a "El Angel del vino", su última inspiración con maza y cortafierro.

Heredó de su padre (César Ferreyra) el dulce oficio de apicultor. Eximio anfitrión y mejor cocinero, como lo es su madre Elena, próxima a cumplir 76 años. Cuny Ferreyra contó que, cuando tenía 25 años, dibujó un Cristo en una madera de quebracho colorado. "Después, con un cuchillo elaboré mi primer ícono religioso. Es lo que mejor me sale. En ninguno de mis trabajos requerí de modelos. Todo surge de mi pensamiento y mi necesidad de grabar. Incluso, no vendo mis obras. Y tan sólo en una ocasión me encargaron una escultura. Fue un busto en cemento de Hipólito Vieytes para la escuela homónima de La Cruz, Burruyacu".

Para Ferreyra, soltero y errante, la bondad de la madera le resulta increíble. "Un ebanista y carpintero de la zona me enseñó una técnica para darles brillo y color a mis grabados en leños. Es una combinación proporcional de cera -de los panales- derretida con querosén. Eso resalta los relieves después de lustrarla", explicó con cierta reticencia.

La materia prima
El silencio se interrumpe con el trinar de las urracas y el sonido de las aguas cristalinas que viborean sobre el cauce del canal de riego, que atraviesa el límite norte de la casa del kilómetro 60 de El Cajón. Cuny no interrumpe su labor. Tampoco se llama a silencio. Y cuenta cómo consigue la materia prima de sus obras. "Por lo general, me llego a la Piedra Tendida. A unos 12 km de aquí. O cerca de la barranca de los loros. Aún quedan por allí algarrobos. Uno que otro quebracho colorado, entre otras diversas especies. Pero también abunda la tusca, el guarán, el churqui, los tarcos y las acacias negras. Estas últimas las trajeron del Africa cuando instalaron la energía eléctrica en la zona y se hizo el dique. Hoy son como una plaga. Esos lugares tienen atractivos turísticos. Por lo general, los disfrutan las familias de la zona que se llegan los fines de semana", subrayó.

La Medalla Milagrosa
Otra obra que lo enaltece mostrar es la "La Medalla Milagrosa". Acerca de ella, Héctor Ferreyra subrayó que se trata de un trabajo que le llevó un mes terminar. "También está tallado en tronco de algarrobo. Es una imagen que me llegó muy profundo. Soy un apasionado de esa advocación de la Virgen María que se celebra todos los 27 de noviembre. Aunque debo remarcar que las imágenes de Jesucristo son las que puedo lograr con mayor exactitud y menor tiempo". Miguel Angel sabía decir "vi el ángel en el mármol y tallé hasta que lo puse en libertad. Todo lo que la mano del escultor puede hacer es romper el hechizo y liberar las figuras dormidas en la piedra". Y "Cuny" Ferreyra hace todo eso, pero por instinto y pasión.

ENTRE TOCAS Y MADERAS

- ALFARERO.- La cerámica no resulta ajena para el histriónico Héctor Ferreyra. En la acogedora vivienda que habita abundan los objetos de cerámicas, que con arcilla de la Piedra Tendida modela en noches de insomnio o luna llena.

- EL CRISTO ROTO.- "Cuando era niño mis padres me llevaron a ver ´El Cristo Roto´ (foto de abajo, a la derecha). Es una obra que interpretaba Paco de la Guerra. Me agradó tanto que tallé en madera ese Cristo", narró "Cuny."

- EN HUESO.- "Es otro material noble para trabajar. No sólo hice iconos también floreros y adornos para la casa. Lo bueno es que cuando lo vas puliendo desaparecen los defectos y queda tan liso como si fuera una imitación de mármol", apuntó el apicultor de las múltiples manifestaciones artísticas.

- LA FAMILIA.- Además de la madre, en la casa de techo de tejas, a dos aguas, y frente de ladrillos a la vista, también residen -junto a Cuny- su madre y sus hermanas Iris y Marcela. La primera es catequista de la parroquia de El Cajón.

- METALISTERÍA.- Ferreyra fue discípulo del profesor Juan Martín, oriundo de España, cuando aprendía metalistería (nombre dado en el campo de las bellas artes y las artes decorativas, al trabajo de objetos de valor artístico, decorativo o utilitario, realizados a base de uno o varios tipos de metal -incluidos los preciosos- por fundido, martillado, soldadura o combinación de esas técnicas).

- VISITANTES.- En la época que vivía don César (padre de "Cuny"), Horacio Banegas, Cuty y Roberto Carabajal, Orlando Galante y Los del Río -formación original- eran asiduos visitantes a la casa del km 60. Está en diagonal a la comisaría y a la iglesia del Señor de los Milagros, cuyo terreno donó doña Estela Isa de Fontana.

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