"No creo que Fuerza Republicana se recupere"

"No creo que Fuerza Republicana se recupere"

El ex ministro de Bussi dijo que, al contrario de lo que ocurre con el kirchnerismo, el alperovichismo no persigue al crítico del Gobierno. El ex diputado nacional dijo que la administración de "Palito" Ortega fue en todo irregular y cuestionó la gestión de Miranda.

EX FUNCIONARIO. Alberto Germanó dijo que FR perdió a su líder, a todos sus cuadros y a sus excelencias. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO EX FUNCIONARIO. Alberto Germanó dijo que FR perdió a su líder, a todos sus cuadros y a sus "excelencias". LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO
04 Febrero 2013
Dice que comenzó su militancia en la Unión Cívica Radical (UCR), pero que en un momento decidió cambiar. Dice que muchos correligionarios lo imitaron, y se pasaron "de a montones" a Fuerza Republicana (FR); y que tal migración fortaleció al naciente partido, que quebró el bipartidismo en Tucumán. "Quizá FR nació por imperio de las circunstancias. Teníamos un líder, en ese momento cuestionado judicialmente; y en Tucumán había quedado un sentimiento hacia esa persona, que se rodeó de gente de muy buena calidad. En poco tiempo se fundó un partido. En la primera elección sacamos casi 100.000 votos. Luego fuimos creciendo hasta llegar a la gobernación", sintetiza Alberto Germanó. El líder del que habla es el ex gobernador -fallecido en noviembre de 2011- Antonio Bussi, condenado por violaciones a los derechos humanos.

- ¿La intervención federal les impidió llegar antes al Ejecutivo?

- Sí. Y si hubiera llegado en 1991 en vez de en 1995, el Gobierno de FR habría sido totalmente distinto. Porque la intervención le dejó a (Ramón) Ortega (PJ) la provincia casi a cero; y este se dedicó a gastar, y a vender lo que encontró. Nosotros a cada rato encontrábamos algo que ya había sido vendido. En el caso la privatización del Banco Provincia (ocurrida en el bussismo), había una gran presión del Ministerio de Economía -dirigido por Domingo Cavallo-. Una vez mandó alguien a presionar: le dijo a Bussi que haga lo que quiera, pero que si el banco no se vendía que se atenga a las consecuencias.

- ¿Cómo recuerda la gestión?

- La Provincia pagaba sueldos con tres meses de atraso, y dependía en todo de la Nación. Los ingresos federales se daban en garantía de préstamos; como estos no se pagaban, quedaba comprometida la coparticipación. Rentas recaudaba $ 13 millones o $ 14 millones. La Provincia sólo tenía el recurso de seguir endeudándose con algunos bancos, cuyos intereses eran importantes. Pero no queríamos dejar de pagar los sueldos, que se abonaron al día desde que asumimos.

- Hicieron campaña con una escoba, para "barrer" la corrupción. ¿Las privatizaciones en el orteguismo fueron irregulares?

- Todo fue irregular. En publicidad oficial, el Gobierno de Ortega había gastado $ 14 millones. No había forma de controlar si los minutos de publicidad contratada en TV se habían emitido. Y con El Periódico se había hecho un acuerdo por el que se pagaron $ 400.000 en dos ocasiones, justificados en una supuesta discriminación. Esas cosas se multiplicaban por todas áreas del gobierno. No había una en la que no hubiera algo irregular. Si nosotros hubiésemos recibido el poder de la intervención federal, la gestión habría sido totalmente distinta. Se habría gobernado con más tranquilidad, la provincia habría estado más ordenada, se podrían haber encarado más obras y se habría dependido menos de los recursos federales.

- Menciona casos anómalos del Gobierno de Ortega; pero durante el bussismo también se dieron irregularidades, como el caso del hospital Padilla (N. de la R.: en 1997 allí se licitaron obras por unos $ 3 millones; un albañil ganó la licitación).

- Nos cayó muy mal. Pero fue un sector de FR, del Ministerio de Asuntos Sociales (encabezado por Carlos Quijano), el que intervino en eso. Las irregularidades no se llegaron a cometer; quizá por las denuncias. El proceso estaba planteado en forma irregular; no digo que fuera irregular, sino que estaba planteado así.

- ¿Por qué no ganan en 1991?

- Hubo un gran fraude. Alteraron el margen de error de votos en el software de conteo. La ley determina que ese es de cinco votos por urna; yo comprobé que en algunas mesas había más de 100 votos sin sobre. Esas boletas se habían volcado a la mesa tras la elección, y se habían contado como emitidas. Cuando la planilla entraba al Juzgado, la computadora debía haberla rechazado; pero la aceptó. Lo hicieron con gran habilidad; el presidente empezaba a contar los votos en un aula con un montón de fiscales (regía ley de Lemas). Bastó con que uno vaya tirando votos sobre la mesa para que se los cuente.

- También se rumoreó fraude en 1999: se fueron a dormir en el Gobierno y se despertaron segundos, ¿cómo tomaron esto?

- En esa elección se dijo que algunas cosas se habían manejado más o menos como en el 91. En política, el hecho consumado da por terminada cualquier discusión. La Justicia que hace el recuento no quiere contar mesa por mesa. La elección con boleta se presta mucho al fraude. Durante el Gobierno, le planteé a Bussi que debíamos iniciar el voto electrónico; no lo convencí.

- En agosto de 2010 quedó firme el laudo del Ciadi, por el que Tucumán debe pagar unos U$S 200 millones, por rescindir el contrato a Aguas del Aconquija, en 1996. ¿Cómo tomó esto?

- Con desagrado. Nosotros nos reunimos con la gente de Aguas del Aconquija. La prestación era desastrosa. Yo noté que tenían ganas de irse, y le dije a Bussi que debíamos cuidarnos mucho de opinar de alguna manera que les justificara la salida. Les sugerí a los directivos que en lugar de cobrar por bimestre lo hagan por mes; así la gente podría responder mejor al pago. Me dijeron que así estaba el sistema, y noté que no lo querían hacer, porque los sistemas se modifican. Querían irse y hacer juicio. Y eso fue favorecido por el Gobierno de (Julio) Miranda: su fiscal de Estado (Malvina Seguí) desistió de juicios que teníamos contra la firma. Eso posibilitó que el Ciadi, comité formado por las mismas empresas, dictara el laudo.

- ¿Cómo ve hoy a FR?

- Perdió a su líder y perdió a sus cuadros, que eran verdaderas excelencias. Hoy FR no tiene una militancia reconocida; y dejó de recibir los votos que recibía. En el futuro seguirá así, no creo que se recupere. Me temo que la actividad política se haya transformado en una forma económica de vivir. Y para eso, con una silla en la Legislatura es suficiente.

- ¿Qué opina de los Gobiernos nacional y provincial?

- El nacional es un Gobierno muy mentiroso. Empezaron con el Indec de (Guillermo) Moreno, y luego se extendieron a todo. Usan los medios para hacerse propaganda y manifiestan un odio hacia los medios que no les responden. A los que no piensan como ellos los persiguen, de distintas formas: con la AFIP o con otros organismos de control. El provincial es Gobierno sumiso: hace lo que la Nación hace. Pero tiene algo a su favor: no apuesta a la persecución como instrumento político. Es más tolerante que el Gobierno nacional.

- Una reflexión sobre el Gobierno de Bussi, y sus últimos años.

- Muchas cosas que hicimos tuvieron una gran resistencia. Me quedé pensando en la opinión de un gran político, que no nombro porque no quiero confundirme con todo lo que él pensaba. Decía él que para cambiar las cosas hay que vencer los intereses creados; y nosotros no vencimos los intereses creados. Los últimos años de Bussi han sido muy tristes. Ha sido un anciano recluido en su casa; con gran sufrimiento. Tenía que pedir permiso a un tribunal para hacerse un arreglo en los dientes, para que lo vea un médico. Fue un final muy triste. Yo no fui a verlo cuando se estaba muriendo, porque me provocaba mucha tristeza; pero bueno, así son las cosas.

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