Dos concejales se subieron a un taxi y afirman que el servicio mejoró desde 2006

Se llevan como perro y gato en el recinto de sesiones. Sin embargo, el radical José Luis Avignone y el alperovichista Esteban Dumit, coinciden en un punto: consideran que, pese a que todavía quedan cuestiones pendientes por resolver, el servicio de taxis en la capital mejoró desde 2006, año en que fue creado el Sistema de Transporte Público de Pasajeros en Automóvil (Sutrappa).

Y a casi siete años de su implementación -fue impulsada luego del crimen aún no resuelto de la joven Paulina Lebbos- los ediles capitalinos se subieron a un taxi junto a un equipo periodístico de LA GACETA. El objetivo: que los representantes vecinales de la capital pudieran comprobar, in situ, si es que, verdaderamente, hubo cambios favorables en el cuestionado servicio capitalino.

La situación en general del tránsito y del transporte público fue abordada por los ediles durante un recorrido por las congestionadas calles del microcentro hasta desembocar en las oficinas del Sutrappa, que funcionan en el edificio de la ex terminal de ómnibus. Hablaron de los cambios introducidos por las nuevas autoridades de la repartición, de las denuncias de corrupción lanzadas por taxistas, de la existencia de autos ilegales y también sobre los rumores que ligan a funcionarios con la explotación del servicio. Luego de recorrer unas diez cuadras por el microcentro, la charla se dio de esta manera:

-¿Qué opinión tienen de tránsito y del servicio de taxis en la ciudad?

-Avignone: el tránsito va a seguir siendo muy caótico y cruel para el que conduce. Para mí no sería una solución que no ingresen los autos particulares. El problema se da por la elevada cantidad de taxis legales e ilegales que circulan. Esto ha dinamitado el tránsito en el centro, y no sólo en las horas pico. Esto va acompañado de que no hay una decisión política como corresponda para erradicar el transporte ilegal. Porque no hay que ir a La Sorbona (Universidad de París) o hacer un curso acelerado para aplicar el principio de autoridad. Los vendedores ambulantes también entorpecen el tránsito. Pero a nivel general, se puede decir que algo cambió. Falta mucho todavía por hacer.

-Dumit: no vamos a negar que en el tema de los taxis ilegales se está avanzando en una solución. Creo que el Sutrappa, en esta nueva etapa, está trabajando muy bien, de acuerdo a la información que nos llega a la comisión. Nos llega el reclamo de gente que, hasta cierto punto es ridículo, porque los que están en falta nos vienen a pedir muchas veces a los concejales oficialistas que intercedamos para que las multas de 10.000 pesos se reduzcan. Esto nos da una pauta de que sí se está trabajando y que, lógicamente, falta mucho. Faltan más inspectores en las calles. Más organización interna. Y por supuesto, la digitalización e informatización de todos los expedientes. Estamos esperando que las nuevas autoridades nos expongan a la comisión de Transporte, cuáles son las medidas que han tomado y cómo vamos a arrancar este año con la nueva tecnología. Algo que todavía está pendiente es el nuevo Registro Único de Choferes de Taxi, que es una ordenanza aprobada, y por la que el Departamento Ejecutivo pidió un plazo para reglamentarla y ponerla en funcionamiento.

El vehículo de alquiler se detiene en el semáforo de La Rioja y San Juan. Y, pese a ser el primer día de febrero, se produce un embotellamiento vehicular. Inesperadamente, las notas musicales del himno nacional de Francia, La Marsellesa, empiezan a brotar desde un bolsillo del pantalón de Avignone. El radical extrae su celular y le da indicaciones a su secretaria. El auto sigue en marcha por San Juan hacia El Bajo.

-Todo esto explotó en 2006 con el crimen aún no resuelto de Paulina Lebbos...

-Dumit: el Sutrappa nace de una coyuntura por el caso Lebbos y por la necesidad de organizar y regular de unificar los taxis y remises en un solo sistema. Hay que recordar que el sistema era totalmente anárquico.

-Pero el poder de esa época permitió, por comodidad o conveniencia, que haya anarquía...

-Avignone: lo que pasó es que había un servicio de remises que estaba monopolizado por una empresa que tenía varias unidades.

-Puede nombrar a esa empresa si quiere...

-Avignone: bueno, no tengo problemas: Rubén Ale, alias "La Chancha", que tenía el monopolio del servicio y comenzó a traficar como si el servicio se tratara de un taxi y no de un remise. Resulta que los taxistas se veían perjudicados por esta competencia desleal. Antes de que sucediera el triste caso de Paulina Lebbos yo presenté el proyecto de unificación del sistema. Lo archivaron bastante tiempo y cuando ocurrió este triste hecho llegó la orden de la Casa de Gobierno y los concejales del oficialismo se acordaron en sancionar un nuevo sistema. El intendente envió un proyecto mucho más completo del que yo tenía. En el Concejo hicieron caso omiso a ese proyecto, lo cambiaron totalmente y se aprobó otro que fue vetado en 87 artículos por el intendente. Luego se lo fue morigerando.

-Dumit: comparto en cierta medida con lo que dice Avignone. Con respecto a la mención que él hace de los "Cinco Estrellas". Es bueno aclarar que no estaba prohibida la actividad porque no estaba regulada. Como la falta de legislación lo permitía, proliferaron agencias que se beneficiaron mucho con esta medida. Y prestaban el servicio vehículos con más de 20 años de antigüedad, cuando la ley nacional de tránsito establece que no deben superar los 12 años. No sólo el intendente vetó 87 artículos de la ordenanza primaria, sino que posterior a eso tenemos más de 70 modificaciones de ordenanzas presentadas por concejales.

-Como ediles, ¿saben cuáles son los rasgos distintivos de un taxi legal?

-Dumit: fundamentalmente la oblea de Transporte (de la Provincia) y la del Sutrappa. Son las dos obleas obligatorias.

-Avignone: pero tenemos un inconveniente: no sólo tenemos taxis mellizos, hay trillizos, cuatrillizos, quintillizos.

-Los taxistas se quejan de que hay obleas de algunas agencias de taxis que son más respetadas que las oficiales...

-Dumit: sería una maravilla si eso, en vez de exponerlo públicamente, presentaran una denuncia ante la comisión de Transporte. Nosotros nos haremos cargo de averiguar y de investigar cuáles son las empresas a las que hacen referencia. Decir por decir no sirve de nada. Tienen que denunciar para que nosotros podamos investigar. Nosotros no somos el Poder Judicial y no podemos trabajar de oficio.

-Avignone: lo que pasa es que hay una sospecha o una certeza de una cierta permisibilidad. Como que desde el poder político se apañan algunas cosas. Yo no voy a negar de que, en determinadas áreas, el poder político pueda llegar a tener alguna permisibilidad. Pero no vamos a llegar a ningún lado si quien tiene la responsabilidad de ejercer el poder de policía mira para otro lado.

-También dicen que hay impunidad y flexibilidad en los controles porque hay funcionarios que participan del negocio de los taxis...

- Dumit: si son funcionarios municipales o legislativos no deberían tener autos. Yo no estoy de acuerdo que quien controla tenga vehículos. Pero también me gustaría que todos aquellos que denuncian, presenten un listado y que digan quiénes son los funcionarios que tienen taxis para que pidamos un informe desde la comisión. No tenemos la intención de cubrir y amparar a nadie.

Visita inesperada
Pasado el mediodía, el derrotero concluyó en las oficinas del Sutrappa. 

Avignone, Dumit y el equipo periodístico de LA GACETA ingresaron a la repartición con la idea de conversar con el titular del área: Víctor Mascaró, el funcionario que llegó al Sutrappa a mediados de 2012. Sin que mediara una espera, Mascaró abrió las puertas de su despacho e invitó el ingreso con una seña.

¿Que cambios hubo desde que se hizo cargo del Sutrappa?, se le consultó. "Bueno, estamos concluyendo el reordenamiento administrativo, donde se encauzó a todos los expedientes y se los unificó. La idea es que en pocos meses, todos esos expedientes puedan estar ya informatizados", sostuvo Mascaró, quien agregó que el nuevo archivo del Sutrappa cuenta ahora con vigilancia permanente, a través de un circuito cerrado de cámaras.