"Las denuncias contra Ilarraz son nulas"

Buscan evitar que el cura acusado de violar a más de 50 menores quede detenido. El abogado Jorge Joaquín Muñoz, apoderado legal del padre Justo Joaquín Ilarraz, oficializó ayer, a las 11, un pedido en los tribunales del Centro Judicial de Monteros.
El letrado presentó un "habeas corpus", una institución jurídica que garantiza la libertad personal del individuo, con el fin de evitar los arrestos y detenciones arbitrarias. Además, consideró nulas las acusaciones provenientes de la provincia de Entre Ríos porque "no existen denuncias por parte de las presuntas víctimas".
Muñoz también opinó que, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde la supuesta comisión de los hechos, los delitos que le adjudican al padre Ilarraz ya habrían prescripto. De todas maneras, el letrado adelantó que esta semana se realizarán presentaciones en los juzgados de Entre Ríos. "Si bien mi defendido no tiene procesamiento, no se requiere que el juez o fiscal realice imputación formal del delito para defenderse, atento a que existe una acusación pública que habilita su presentación espontánea en dicha provincia", aclaró.
Las medidas que se tomen a parir de entonces, dijo el abogado, determinarán el curso del proceso. El juez Mario Reinaldo Velázquez será el responsable de resolver el planteo del abogado Muñoz.
El domingo, el padre Ilarraz fue reemplazado en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús por el presbítero Abel Peñaloza. El sacerdote, que permanece oculto, estuvo al frente de esa iglesia durante los últimos siete años.

La revista "Análisis"
Los fieles desconocían el caso, que el periodista Daniel Enz publicó la semana pasada en la revista "Análisis" (de Entre Ríos). En el artículo cuenta que el cura fue denunciado ante las autoridades eclesiásticas de abusar de más de 50 niños de entre 12 y 14 años, que estudiaban en el Seminario de Paraná entre 1984 y 1992.
En aquel entonces, el arzobispo de esa ciudad (actualmente cardenal) Estanislao Karlic y el actual arzobispo Alberto Puíggari, recibieron las denuncias, pero no las trasladaron a la Justicia civil, sino que -luego de un juicio diocesano- lo enviaron al Vaticano. En Roma escribió un trabajo sobre el futuro de los niños ("Los niños: nuevos misioneros para nuevos tiempos") y terminó su licenciatura en Misionología. Volvió al país en 1994, estuvo un año en Córdoba y luego fue destinado a esta provincia.