Allanan la casa de un delegado y se topan con 52 durmientes

En las páginas de subasta por internet, un durmiente ferroviario de dos metros puede conseguirse desde $ 100 hasta $ 400, según el estado de conservación. En Tucumán, el delegado comunal de Atahona, César Nicolás Racedo Hohl (PJ) quedó involucrado en una causa de la Justicia Federal en la que se investiga el presunto robo de esos pedazos de quebracho que atraviesan las abandonadas vías del sur.

La semana pasada, por orden del juez federal N° 2, Fernando Poviña (h), se allanó una vivienda en esa comuna rural del departamento Simoca, vinculado a la familia del comisionado rural alperovichista. Según fuentes judiciales, el resultado fue positivo: en ese domicilio se encontraron al menos 52 durmientes y rieles.

En medio del silencio

La siesta transforma a Atahona en un pueblo casi fantasmal. En las calles de tierra sólo se ven algunos caballos atados a cercas y perros que deambulan escarbando residuos. Los habitantes son pocos, cerca de 2.000, y el silencio se quiebra de tanto en tanto ante el paso de algún vehículo por la ruta nacional 157.

Pero también nacen ruidos esporádicos desde el predio en que se construye la nueva casa del comisionado rural, reelecto el año pasado. El hombre, luego de una breve espera, llega al lugar en un tractor de la comuna. "Es verdad que la Policía nos allanó una propiedad que es de mi padre, Julio Racedo, y se llevaron durmientes y rieles viejos. Eran del tiempo en que él fue comisionado, entre 1995 y 1999. Fueron sacados de un predio del ferrocarril que fue cedido a la comuna por la Nación. Ahí se construyeron viviendas y un paseo público", admitió el funcionario.

"Nos llama la atención que el operativo sólo se haya practicado en nuestra casa, cuando ese tipo de materiales hay en casi todo el pueblo. Es que tiempo atrás se realizaban recambios y los viejos durmientes quedaban tirados. La gente los utilizaba para hacer fuego. También servían para alcantarillas o cruces de calles", añadió Racedo Hohl.

Según el funcionario público, la denuncia obedece a un ataque político en su contra. "No sé a quién se acusa concretamente, pero la medida llegó con una dirección del servicio eléctrico que corresponde a mi padre. Casi no tengo dudas de que todo esto tiene un trasfondo político", dijo.

Luego, se explayó: "detrás de esto hay personas que quedaron heridas en las últimas elecciones. Una de ellas sacó apenas cinco votos. Están buscando el desgaste político. Sucede que estamos trabajando en varias obras y no nos pueden atacar por ese lado de la gestión".

El inmueble de Racedo Hohl es utilizado, según él mismo reconoció, como depósito y garaje de materiales y rodados de la comuna a su cargo. "Es por una cuestión de seguridad, ya que la comuna no tiene galpón o un lugar cerrado", explicó.

También hay obreros que trabajan en su obra y que portan gorras con la inscripción de la comuna de Atahona. "Yo les pago como particulares luego de que cumplen con sus tareas en la comuna rural", se escudó.

"Sabía que se andaba investigando ese tema pero no le presté atención porque, insisto, de esos materiales aquí hay por todos lados. Esto nos desgasta anímica y políticamente, pero no vamos a bajar los brazos", añadió. "Aquí se dice cualquier cosa. Por el hecho de que tengo una máquina de una cooperativa de trabajo en mi terreno se comenta que la hice figurar a mi nombre. Ni Desarrollo Social ni la Provincia permitirían tal cosa. Está aquí por seguridad", afirmó.

Como Poviña se encuentra subrogando a un magistrado en Jujuy, el expediente podría registrar avances a partir de la semana próxima. El paso siguiente al allanamiento, según confiaron desde tribunales a este diario, sería la citación a declaración indagatoria del comisionado rural.