Negociaciones contrarreloj para lograr un pacto

Negociaciones contrarreloj para lograr un pacto

Postergaron para hoy el cierre del encuentro y la eventual votación, luego de que persistieran los desacuerdos sobre la declaración final. La Unión Europea y unos 100 países presionan a EEUU, China e India. El marco legal, en el centro de las diferencias

10 Diciembre 2011
DURBAN. Las conversaciones de la cumbre climática continuaron anoche mientras los negociadores elaboran un documento final de trabajo, por lo que el encuentro no se cerró ayer como estaba previsto, sino que se prolongará hasta hoy. Según el coordinador de prensa de la secretaría del clima de la ONU, Kevin Grose, es posible que la votación final tenga lugar a partir de las 08:00 de la mañana, hora local de este sábado.

Miembros de las delegaciones presentes indicaron que el borrador de declaración final presentado por la presidencia sudafricana de la reunión fue tan criticado por diversos participantes que las delegaciones aún deberán hallar una nueva solución de acuerdo.

Grose indicó que las conversaciones se llevarán a cabo en pequeños grupos que intentarán alcanzar compromisos.

La Unión Europea (UE) no parece estar dispuesta a dar el brazo a torcer: junto con otros 100 aliados, ha aumentado la presión y exige que quienes bloqueen los acuerdos comunes, como suelen hacer Estados Unidos, India y China, sean obligados en 2015 a aceptar las disposiciones por la protección climática del planeta.

Hasta ayer, esos tres países se negaban a aprobar un plan rápido para detener el calentamiento global. La postura rotunda de los europeos, que exigen un acuerdo vinculante desde el derecho internacional, es secundada por Brasil y Sudáfrica.

"Hubo una fuerte apelación de las naciones en desarrollo, que plantearon que los compromisos en los textos propuestos no bastaban, tanto para el Protocolo de Kioto como para otros países", afirmó el ministro de Cambio Climático de Noruega, Erik Solheim. La UE ha estado buscando apoyo para su plan de establecer el 2015 como plazo para un nuevo acuerdo de cambio climático que imponga metas vinculantes a los mayores contaminantes del mundo, en un pacto que entraría en vigor en cinco años más tarde.

El centro de la disputa radica en el nivel de vinculación legal que tendrá la retórica del documento final. El borrador inicial mencionaba "un marco legal" que según sus críticos no compromete a las partes a tomar acción alguna. Los negociadores están trabajando en un nuevo borrador que podría mencionar "un instrumento legal" o incluso "un protocolo u otros instrumentos legales", una retórica que implica compromisos de mayor obligatoriedad.

La comisaria para el Clima de la UE, Connie Hedegaard, declaró previamente que "un pequeño número de países" aún debía firmar un plan del bloque y que el tiempo para alcanzar un acuerdo en Durban se estaba agotando.

Washington dice que sólo aceptará un acuerdo vinculante si todos los grandes contaminantes aprueban compromisos comparables. China e India argumentan en cambio que sería injusto demandarles el mismo nivel de recortes de emisiones de C02 que el mundo desarrollado, que causó buena parte de la polución responsable por el calentamiento global.

En tanto, China acusó a Estados Unidos de ser el mayor obstáculo para lograr una solución en protección del clima. Los medios estatales chinos culparon a los estadounidenses de que las negociaciones en Durban sean tan duras. La propia posición, en cambio, es descrita como "seria" y "constructiva".

Según el negociador jefe de la delegación China, Xie Zhenhua, esa es la postura de su país "para quebrar el hielo" y conversar sobre los objetivos vinculantes en materia de protección climática después de 2020.

Pero un estudio de la UE advirtió que las emisiones de China per cápita alcanzaron hace tiempo las de Italia o Francia. En 2017 los chinos podrían alcanzar a los estadounidenses. Incluso los expertos chinos reconocen que las emisiones de su país aún no han alcanzado su punto máximo: según dicen, lo harán en 2030.

En tanto, muchos enviados a esta cumbre consideran que las negociaciones de dos semanas, en el mejor de los casos producirán un débil acuerdo político, con los estados prometiendo iniciar conversaciones sobre un nuevo régimen vinculante destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. No mucho más que eso. En estas últimas horas se sabrá si el encuentro tuvo algún éxito. (Reuter-DPA)

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