La sociedad que se autoconsume

La sociedad que se autoconsume

Graciela Chamut. Master en Adm. de Empresas - Coach

24 Abril 2011
La felicidad es un estado del espíritu, no depende de lo que uno tiene; hay gente que tiene mucho dinero, pero no lo disfruta. La gente, por lo general, tiende a enfocarse más en las razones de sufrimiento que en las de la felicidad. Ocurre que, por lo general, la gente asocia felicidad con éxito. El éxito consiste en conseguir lo que uno se propone. Pero esas cosas que tienen que ver con el éxito y con el reconocimiento corresponden al logro de objetivos que de alguna manera aumentan la autoestima de uno. Tener éxito es conseguir lo que uno quiere; pero la felicidad consiste en valorar lo conseguido. Y el problema es que estamos en una sociedad consumista que se autoconsume a sí misma, enganchados en una trampa en la que digo: voy a ser feliz cuando tenga aquello que no tengo ahora; pero cuando accedo a ese bien, ya no me satisface y empiezo a buscar otro. Creo que eso es una gran trampa para que no podamos ser felices. La felicidad es un estado interior que no depende de lo que uno tiene ni de lo que uno hace; es la sensación de armonía interior y de satisfacción. Una persona feliz es aquella que cree que lo bueno es lo más probable que suceda. El problema es que no todo el mundo se conecta con esta capacidad. Einstein decía que hay dos formas de ver la vida; una es creer que ya no hay más milagros, la otra es creer que todo lo que ocurre es un milagro. Para ser felices, creo, hay que alcanzar el justo medio.

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