30 Diciembre 2010
BRASILIA.- El presidente brasileño Luiz Lula da Silva deja el gobierno con una aprobación del 87%, el mayor índice obtenido por el mandatario en sus ocho años de gestión, según un sondeo de la consultora Sensus, divulgado ayer.
El gobierno de Lula, que culminará el sábado, obtuvo en esta encuesta el 83,4% de aprobación, en tanto que el 65% de los consultados estima que Dilma Rousseff continuará con las actuales políticas y el 69,2% cree que su gestión será buena y óptima. Según el sondeo, la aprobación popular a Lula aumentó significativamente frente al 80,5% detectado por una investigación anterior, realizada en agosto por Sensus.
Homenaje
Lula estalló en llanto en su último discurso como gobernante, pronunciado anoche durante una visita oficial a Pernambuco, donde nació hace 65 años. Al hablar ante una multitud concentrada en la parte antígua de la ciudad, el Presidente lloró en por lo menos tres ocasiones, tanto al recordar su trayectoria de niño pobre de la localidad rural de Caetés, vecina a la ciudad de Garanhuns, hasta el más alto cargo de la República como al escuchar el homenaje de un poeta local que expresó la gratitud de Pernambuco "al presidente más amado de la tierra brasileña".
Durante su discurso, Lula volvió a llorar al recordar su triunfo en los comicios presidenciales de 2002, tras sufrir tres derrotas consecutivas en las elecciones de 1989, 1994 y 1998: "yo perdí porque una parte del pueblo pobre no me tenía confianza", señaló. (DPA)
El gobierno de Lula, que culminará el sábado, obtuvo en esta encuesta el 83,4% de aprobación, en tanto que el 65% de los consultados estima que Dilma Rousseff continuará con las actuales políticas y el 69,2% cree que su gestión será buena y óptima. Según el sondeo, la aprobación popular a Lula aumentó significativamente frente al 80,5% detectado por una investigación anterior, realizada en agosto por Sensus.
Homenaje
Lula estalló en llanto en su último discurso como gobernante, pronunciado anoche durante una visita oficial a Pernambuco, donde nació hace 65 años. Al hablar ante una multitud concentrada en la parte antígua de la ciudad, el Presidente lloró en por lo menos tres ocasiones, tanto al recordar su trayectoria de niño pobre de la localidad rural de Caetés, vecina a la ciudad de Garanhuns, hasta el más alto cargo de la República como al escuchar el homenaje de un poeta local que expresó la gratitud de Pernambuco "al presidente más amado de la tierra brasileña".
Durante su discurso, Lula volvió a llorar al recordar su triunfo en los comicios presidenciales de 2002, tras sufrir tres derrotas consecutivas en las elecciones de 1989, 1994 y 1998: "yo perdí porque una parte del pueblo pobre no me tenía confianza", señaló. (DPA)
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