27 Agosto 2010
PUNTO DE ATAQUE. Técnicos apisonan el terreno desde donde la gigantesca máquina Strata 950 comenzará a perforar el ducto de la salvación.
COPIAPO.- Mientras los equipos de psicólogos se preocupan por el estado anímico de los 33 mineros que llevan ya 22 días atrapados en el fondo de una mina, empezaron a llover demandas judiciales y otras acciones contra los dueños del pequeño yacimiento aurífero San José, donde ocurrió el accidente.
La acción legal encarada por familiares de los mineros alcanza también a un organismo público de control de la minería, por incumplimiento de su labor de fiscalización. La Justicia ordenó congelar los bienes de los dueños de la mina, Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn. "La querella es por prevaricación, por haber obtenido en forma ilegal autorización para la explotación de la mina", dijo el abogado representante de los familiares. Carolina Narváez, esposa del minero Raúl Bustos, que se halla atrapado, explicó que el objetivo no es monetario, sino en castigar a los responsables: los dueños de la mina y los que no fiscalizaron el estado del yacimiento.
Asimismo, ante una demanda de otro representante legal de las familias, un Juzgado ordenó retener para futuras indemnizaciones U$S 1,8 millón que la minera San Esteban, propietaria del San José, debía recibir del Estado por la venta de cobre.
En el Congreso
Ente tanto, una comisión del Congreso investiga las responsabilidades en el derrumbe, y en concreto la autorización dada por el Servicio Nacional de Geología y Minas a la reapertura de la mina en 2008, tras su cierre un año antes. El presidente Sebastián Piñera anunció que se fortalecerá la seguridad de la actividad minera en Chile luego de este caso. "Queremos que haya un antes y un después en materia de seguridad minera", dijo.
Mantenerlos ocupados
Mientras tanto, las autoridades de Salud manifestaron su preocupación por los efectos sicológicos que tendrá para los mineros atrapados el periodo de cuatro meses que permanecerán a 700 metros de profundidad antes de ser rescatados. Ya se les comunicó, aunque a medias, que su rescate será largo e incluso se les mencionó la fecha de Navidad. "No podemos percibir todavía un cambio de ánimo en ellos", dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Es primordial mantenerlos ocupados con recreación y ejercicios físicos para facilitar la salida por el ducto de 66 cm diámetro que se construirá para sacarlos, uno a uno. La ventaja para los mineros es que tienen suficiente espacio para moverse en el sitio donde están. (AFP-NA)
La acción legal encarada por familiares de los mineros alcanza también a un organismo público de control de la minería, por incumplimiento de su labor de fiscalización. La Justicia ordenó congelar los bienes de los dueños de la mina, Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn. "La querella es por prevaricación, por haber obtenido en forma ilegal autorización para la explotación de la mina", dijo el abogado representante de los familiares. Carolina Narváez, esposa del minero Raúl Bustos, que se halla atrapado, explicó que el objetivo no es monetario, sino en castigar a los responsables: los dueños de la mina y los que no fiscalizaron el estado del yacimiento.
Asimismo, ante una demanda de otro representante legal de las familias, un Juzgado ordenó retener para futuras indemnizaciones U$S 1,8 millón que la minera San Esteban, propietaria del San José, debía recibir del Estado por la venta de cobre.
En el Congreso
Ente tanto, una comisión del Congreso investiga las responsabilidades en el derrumbe, y en concreto la autorización dada por el Servicio Nacional de Geología y Minas a la reapertura de la mina en 2008, tras su cierre un año antes. El presidente Sebastián Piñera anunció que se fortalecerá la seguridad de la actividad minera en Chile luego de este caso. "Queremos que haya un antes y un después en materia de seguridad minera", dijo.
Mantenerlos ocupados
Mientras tanto, las autoridades de Salud manifestaron su preocupación por los efectos sicológicos que tendrá para los mineros atrapados el periodo de cuatro meses que permanecerán a 700 metros de profundidad antes de ser rescatados. Ya se les comunicó, aunque a medias, que su rescate será largo e incluso se les mencionó la fecha de Navidad. "No podemos percibir todavía un cambio de ánimo en ellos", dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Es primordial mantenerlos ocupados con recreación y ejercicios físicos para facilitar la salida por el ducto de 66 cm diámetro que se construirá para sacarlos, uno a uno. La ventaja para los mineros es que tienen suficiente espacio para moverse en el sitio donde están. (AFP-NA)
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