La web, otro espacio para abrazarse con los hijos

La web, otro espacio para abrazarse con los hijos

La explosión de las redes sociales empujó a los padres a animarse a la tecnología para compartir el mismo idioma con los más jóvenes. En esta celebración, varios chicos le dejarán el saludo en el muro de Facebook. Nuevas posibilidades para el diálogo familiar y para entender a los hijos. Video

EN FAMILIA. Son cada vez más los padres que hacen buenas migas con la tecnología y se comunican con los chicos y con el mundo a través de internet EN FAMILIA. Son cada vez más los padres que hacen buenas migas con la tecnología y se comunican con los chicos y con el mundo a través de internet
20 Junio 2010
Hace algunos años, en un día como hoy, un papá "de antes" hubiera esperado en su mesa de luz una notita con letra esmerada que dijera "¡Feliz día Papá!". Hoy seguramente la encontrará, pero en el muro de su Face apenas se levante y vaya a chequear los mails.

El tiempo avanza y el fenómeno de las redes sociales ya es imparable; tanto es así que una parte de ser padre hoy en día implica tener aunque sea un mínimo de conocimiento de Facebook, MySpace, Fotolog. Persistir en el rechazo puede significar quedarse desconectado y escuchar hasta el hartazgo la frase "papá, no entendés nada"; o, al menos, desaprovechar una excelente herramienta que puede mejorar la comunicación de la familia.

Hace unos meses, un estudio de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres revelaba que los jóvenes de esa ciudad no desean ser amigos de sus padres en Facebook y que prefieren mantener separadas sus actividades sociales de aquellas que realizan en familia. Sin embargo, a principios de este año LA GACETA hizo un sondeo en nuestra ciudad en el que se llegó a la conclusión de que el tucumano es tan familiero que hasta tiene a los abuelos en Facebook. Ahora, son cada vez los padres que se animan a dar el paso y adentrarse en el mundo cibernético.

El mismo idioma

Héctor abrió su cuenta de Facebook en marzo. Quería saber de qué se trataba eso de lo que tanto hablaban sus tres hijas. "Llegó un momento en el que no entendía sus conversaciones y ahí me decidí. Al principio es muy complicado, mucho más de lo que se imaginan los chicos porque ellos ya nacieron con la tecnología incorporada. Pero vale la pena porque de repente se abre un nuevo espacio para compartir con tus hijos y eso siempre está bueno", asegura el empleado de comercio de 50 años.

Para Héctor, el Face y el chat fueron una forma de rejuvenecerse y de acercarce más a sus hijas. "En la red las barreras generacionales desaparecen, entonces todos hablamos el mismo idioma y estamos a la misma altura y ayuda a que nos entendamos mejor", afirma.

Lo que Héctor aprendió de la práctica, Gabriela Palazzo lo hizo de los libros y de sus investigaciones. En su tesis para alcanzar el doctorado en Letras, la docente estudió de cerca el uso del lenguaje en el ciberespacio. "En internet la relación de las personas que interactúan se vuelve más simétrica. De repente un padre está a la misma altura de los chicos, principalmente por el lenguaje que se usa, y es el adulto el que tiene que adecuarse a las normas de los chicos", explicó la especialista.

Este último detalle sea quizá lo que permite que los chicos terminen por aceptar la solicitud de amistad de sus padres. "Me causa mucha gracia que mi viejo me comente las fotos. En un principio hablaba así, como grande, pero después empezó a entender los códigos del Face y del chat y ahí adentro la veo como a un amigo más. Bueno... casi", contó Eugenia Caballero, una adolescente de 15 años que paseaba por la peatonal.

Control

Dejando los libros a un lado, Palazzo opinó que además de la comunicación, la "visita" de un padre por el Fotolog o el Facebook del hijo también puede ser una buena manera de monitorizarlo. "Hoy en día los chicos establecen miles de relaciones a través de la red. Es natural que un padre quiera estar atento a los contenidos que le interesan a los chicos o con quiénes se frecuenta, al igual que en la vida real; eso no significa que sea un padre controlador o que persiga al chico, simplemente está atento", afirma la docente, feliz porque hace pocos días su hijo de cinco años escribió sus primeras palabras en un chat: "soinico" tecleó para sus primos que estaban del otro lado.

"Mis hijas menores tienen 13 y 15 años. Ellas saben que Facebook puede ser tanto una herramienta útil como un terrible basurero; yo me aseguro de hablarles para que tengan criterio y sepan seleccionar lo que miran. Y les enseño a que pueden comentar y hablar cuanto quieran, pero siempre con respeto y nunca con agresividad", contó papá cibernético.

"Es importante que se hayan ampliado las posiblidades de comunicarse, todo lo que abra más puertas a la información y comunicacion en la familia y en la sociedad entera, es positivo y muy productivo", asegura Estela Scuderi, médica psiquiatra especialista en familia.

Ya no hay vuelta atrás. Negarse a la tecnología es estar desconectado del mundo y ahora, hasta de los propios hijos. ¡Vaya, papá, a revisar el muro de su Face!

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