21 Enero 2010
PUERTO PRINCIPE.- El nuevo terremoto de 6,1 grados que sacudió ayer a Haití hizo recrudecer el pánico y la desesperación entre los sobrevivientes. Mientras la tierra temblaba, la gente abandonó los edificios y despavorida y sin rumbo salió corriendo por las calles. Aparentemente, el sismo no causó destrucción ni frenó la entrega de alimentos y demás suministros, que seguían llegando al devastado país. Hasta ayer los socorristas lograron rescatar con vida a 121 personas, entre ellas una beba de unos seis meses y un niño de cinco años. Ambos reciben atención médica y están bien. (AFP-NA)
NOTICIAS RELACIONADAS