Afirman que el clima no tiene nada que ver con los temblores

"Donde ha temblado, temblará", la frase que el científico romano Plinio pronunció en el siglo I, hoy cobra más actualidad que nunca: en los últimos cuatro días se registraron un total de ocho sismos en diferentes provincias argentinas y el temor crece en una sociedad sensibilizada por la trágica situación en la que están sumidos los haitianos. Al sismo que sacudió el martes a Tucumán se le sumaron tres nuevos en la región, producidos ayer; uno de ellos fue en Santiago del Estero, con una magnitud de 5,2 grados en la escala de Richter y los otros dos en Jujuy y San Juan, con 4,3 grados en el mismo sistema de medición.

"Hay una especie de psicosis, pienso que tiene que ver con la tragedia de Haití", manifestó Mirta Yance, operadora telefónica de Defensa Civil de la municipalidad capitalina ante la consulta de LA GACETA. "Llamaron algunas personas con temor y para preguntar qué hacer, pero nada demasiado grave. Afortunadamente, no se registraron casos de daños físicos ni materiales", puntualizó.

Luis Estrada, responsable del sismógrafo ubicado en Horco Molle, explicó que los movimientos sísmicos son naturales y permanentes y que el último registrado en Tucumán está dentro de los parámetros normales de medición. "La graduación del temblor que se produjo el martes está dentro del promedio histórico de la provincia. Toda la franja cercana a la Cordillera de los Andes es propensa a este tipo de movimientos y, cuanto más próxima esté una provincia, mayor actividad sísmica habrá porque es ahí donde se producen los choques entre placas tectónicas", expuso el especialista.

Cambio climático
Por otra parte, Estrada descartó que los sismos tengan relación con el calentamiento global, ni con los cambios bruscos de temperatura. "El clima no tiene injerencia en los movimientos subterráneos. Muchas veces ocurrieron cambios repentinos de temperatura, seguidos de un temblor, pero eso no es más que casualidad", explicó. Y agregó: "el sismo del martes se produjo a unos 30 o 40 km de profundidad y a esa distancia la temperatura no se modifica con los cambios que se producen en el exterior".

El área más afectada en Tucumán fue Escaba, zona del epicentro, donde el temblor produjo derrumbes y grietas en las paredes de algunas viviendas. Rafael Blanca, catedrático de las carreras de Arquitectura e Ingeniería Civil, explicó que las fisuras en las paredes son síntomas de algún problema constructivo. "Que aparezca una grieta no necesariamente significa que la estructura esté comprometida", apuntó. Sin embargo, el profesional advirtió que si la fisura es profunda, hay que consultar con un especialista.