"Las guerras son a veces necesarias"

"Las guerras son a veces necesarias"

El mandatario estadounidense recordó que es comandante en jefe de un país que afronta conflictos bélicos. Ceremonia en la Alcaldía de la capital de Noruega. Referencia a la Madre Teresa, a Nelson Mandela y a Martin Luther King.

GESTO DE HUMILDAD. Obama dijo que, en comparación con otros Nobel de la Paz, sus logros son escasos. REUTER GESTO DE HUMILDAD. Obama dijo que, en comparación con otros Nobel de la Paz, sus logros son escasos. REUTER
11 Diciembre 2009
OSLO.- El presidente norteamericano, Barack Obama, aceptó ayer el Premio Nobel de la Paz, aunque reconoció su papel como líder de una nación en guerra y subrayó que un conflicto bélico puede ser moralmente justificado. "Las guerras son a veces necesarias, y en cierta medida representan una expresión de los sentimientos humanos", declaró al recibir el galardón, otorgado anteriormente a Nelson Mandela, a la Madre Teresa y a Martin Luther King.
La distinción al mandatario desencadenó una polémica internacional. No obstante, Obama dijo que recibía el Nobel de la Paz con gran humildad. "En comparación con algunos de los gigantes de la Historia que han recibido este premio, mis logros son escasos", señaló el presidente, que todavía no ha cumplido un año de gestión. Al igual que otros ganadores, Obama recibió un diploma, una medalla y el equivalente a U$S 1,4 millón.
Durante su discurso, recordó que es un comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de un país en guerra. "El servicio y el sacrificio de nuestros hombres y mujeres en uniforme han promovido la paz y la prosperidad desde Alemania a Corea, y ha permitido que la democracia se instaure en lugares como los Balcanes", agregó el sucesor de George W. Bush, el hombre que lanzó las guerras en Irak y en Afganistán luego de los atentados suicidas del 11-S en 2001.

Nunca es una gloria

"Nuestras acciones importan, y pueden inclinar la Historia en la dirección de la justicia", dijo Obama en la ceremonia realizada en el Ayuntamiento de Oslo. "He venido aquí con un profundo sentimiento del elevado costo que tiene un conflicto armado, pensando en las difíciles cuestiones sobre la relación entre la guerra y la paz, y nuestros esfuerzos para reemplazar una con la otra", explicó. Luego de advertir que la guerra nunca es gloriosa, y que jamás debe ser presentada como tal, Obama alegó: "a veces una guerra puede no sólo ser necesaria, sino moralmente justificable", y añadió que las negociaciones no pondrán fin a la amenaza que representa Al Qaeda.
La atribución del Premio Nobel de la Paz a Obama ha sido cuestionada desde que fue anunciada en octubre. El influyente secretario del Comité Nobel, Geir Lundestad, estimó "totalmente aceptable" que Barack Obama haya justificado recurrir a la guerra al recibir el Premio. 

Decepción

Mientras Obama hablaba en Oslo, la American Civil Liberties Union (ACLU), que ha llevado casi una decena de casos contra el Gobierno estadounidense desde el 2003 sobre abuso contra prisioneros, acusó en Nueva York al mandatario de demorar la entrega de una informe sobre la tortura, que data de hechos ocurridos  durante el Gobierno anterior. "Estamos cada vez más decepcionados", dijo un vocero. "El Gobierno obstruye la rendición de cuentas y está creando impunidad para funcionarios de alto rango acusados de autorizar la tortura", apuntó. Obama dijo en abril que los agentes de la CIA que usaron el "submarino", una forma de ahogo simulado, con presuntos terroristas, no irán a juicio y publicó textos de la era Bush que especifican que tal práctica no constituía tortura. (Reuters-Télam-DPA)

Frases con fuerte impacto
"Yo soy responsable del despliegue de miles de jóvenes norteamericanos para combatir en una tierra distante. Algunos matarán; algunos morirán".

"En las guerras de hoy mueren muchos más civiles que soldados; se siembran las semillas del conflicto futuro; las economías son destrozadas; las sociedades civiles se quiebran; aumenta la cantidad de refugiados y a los niños les quedan cicatrices".

"Un movimiento no violento no podría haber detenido a los ejércitos de Hitler. Negociadores no pueden convencer a líderes de Al Qaeda para que depongan las armas. Decir que la fuerza a veces es necesaria no es un llamado al cinismo: es reconocer la historia,  las imperfecciones del hombre y los límites de la razón. Abordo este punto porque en muchos países hay una profunda ambivalencia sobre acciones militares hoy en día".

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