"Muchos libros merecen ser desechados"

Una de las estrellas internacionales de la Feria desacraliza al objeto que reina en la muestra y afirma que la lectura debe ser un ejercicio de libertad. "La diferencia entre la literatura y la vida es que la primera debe tener sentido y que la segunda suele ser absurda", nos dice el ganador de los premios Planeta de Novela 2007 y del Nacional de Narrativa 2008, autor de una obra traducida a 23 idiomas. Juan José Millás es uno de los escritores y periodistas más reconocidos y leídos de España, seguido por sus lectores a través de sus columnas del diario El País, sus novelas y sus cuentos, como los que reunió en su último libro, Los objetos nos llaman (Seix Barral). Después de presentarlo, conversó con LA GACETA Literaria.

- ¿Cuáles son los objetos que a usted lo llaman?
- Con los objetos que nos rodean tenemos una relación más intensa de lo que sospechamos. Parte de nuestra personalidad, de nuestra identidad está también en nuestros objetos. Ellos están contaminados de nosotros.

- ¿La bibliomanía es una obsesión por los objetos más noble que otras variantes de acumulación patológica?
- Hay gente a la que le interesan los libros como objeto pero no le atrae su lectura. A mí me interesan las dos cosas: forma y contenido. Pero es cierto que el objeto libro está muy cargado de una valoración positiva en nuestra cultura. Y creo que eso es bueno, porque alguien puede acercarse al libro pues le gusta su aspecto externo y, finalmente, adentrarse en él.

- ¿Le parece un pecado desechar libros o cree que algunos merecen ser desechados?
- Muchos libros merecen ser desechados y ninguno debe necesariamente ser leído. Puede haber textos que sean objetivamente muy interesantes pero que no conecten con uno emocionalmente. La lectura debe ser siempre un ejercicio de libertad; no hay que atarse a canon alguno, a ninguna lectura obligatoria. Debemos leer aquello que sentimos que nos está destinado.

- Si tuviera que preservar un solo ejemplar de toda su biblioteca, ¿cuál sería?
- Es una de esas preguntas que odiamos los escritores.

- ¿O los bibliómanos?
- Es cierto. Entonces, a regañadientes, voy a responder. La metamorfosis, de Kafka.

- En uno de sus "articuentos", género mixto respecto del cual usted, creo, afirma que es más digna la actitud existencial del lápiz que la del bolígrafo, porque el segundo permanece externamente intacto por el uso mientras el primero se deshace. ¿Cuánto hay que afilarse para escribir como Millás?
- Hay que trabajar, cultivar la ingenuidad, la extrañeza, escribir todos los días. Me gusta más reescribir que escribir, porque concibo mi oficio como una labor artesanal.

- ¿Y qué está escribiendo en estos días?
- Ahora estoy sumergido en un trabajo periodístico. En unos días viajo a Cachemira, en la India, donde escribiré un reportaje. Acabo de terminar un monólogo para teatro y apenas vuelva a España retomaré una novela en la que estoy metido.
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