El oficialismo logró más votos de los que esperaba

BUENOS AIRES.- El país elegirá legisladores nacionales el 28 de junio, cuatro meses antes de lo previsto, debido a que el Senado convirtió anoche en ley el proyecto de la presidenta, Cristina Fernández, que la semana pasada ya había sido aprobado por los diputados.
El Senado aprobó la iniciativa con 42 votos a favor y 26 en contra, resultado que implica una diferencia a favor del kirchnernismo más holgada de la que se esperaba y bastante superior al mínimo de 37 votos requeridos por ley.
El proyecto -un cambio de la ley electoral- anticipa por única vez las elecciones de diputados y de senadores nacionales. Estas, según la actual norma, deben efectuarse el cuarto domingo de octubre.
El argumento del Poder Ejecutivo Nacional es la necesidad de concentrar los esfuerzos del segundo semestre en la lucha contra la crisis económica internacional. "Es importante para el país el adelantamiento de las elecciones", dijo el presidente del bloque kirchnerista del Senado, Miguel Pichetto. "Hay un escenario de mucha crispación en la Argentina", enfatizó.
El proyecto de ley fue anunciado sorpresivamente por la presidenta Fernández dos semanas atrás y recibió el rechazo de la oposición, a la que, de esta manera, le quitará tiempo para organizar sus elecciones internas y formar alianzas (ver "Cronograma electoral"). "El Gobierno adelanta las elecciones, porque sabe que día tras día se debilita la legitimidad política ante la sociedad, insatisfecha por su estilo de gobierno", dijo María Estenssoro, líder del bloque de la Coalición Cívica del Senado. Analistas aseguran que el Gobierno buscó adelantar las elecciones para evitar una pérdida de votos en octubre, cuando se espera que el impacto de la crisis internacional sea mayor.
En el Senado, los votos positivos al proyecto estuvieron integrados por adherentes propios de la bancada kirchnerista, incluidos el catamarqueño Ramón Saadi, dos fueguinos (José Martínez y María Rosa Díaz) y el neuquino Horacio Lores. Sufragaron en contra 26 legisladores: los radicales y sus aliados, los justicialistas disidentes y los integrantes de partidos provinciales, y estuvieron ausentes cuatro senadores a la hora de votar, entre ellos, el ex presidente Carlos Menem. De los tres senadores tucumanos, dos votaron en contra: los bussistas Delia Pinchetti de Sierra Morales y Carlos Salazar. El restante, el peronista Julio Miranda, sufragó a favor.
La sesión, que se inició a las 11, tuvo un pico de tensión cuando el senador radical Gerardo Morales buscó introducir dos nuevos temas en la sesión, como la interpelación al ministro de Justicia, Aníbal Fernández, para que explique la política de seguridad, y también insertó un proyecto de combate contra el dengue que afecta las provincias del norte. La intervención del radical fue interrumpida por insistentes críticas del oficialismo, que encabezó Pichetto, quien reclamó reiteradamente que había terminado su horario de exposición. El senador kirchnerista Eric Calcagno tildó de reaccionario el pensamiento de Morales. "Cree que toda medida que se propone es mala o inoportuna, y si no tendrá efecto perverso", sostuvo. Morales señaló que con la propuesta oficial se ha roto una regla de juego. "Agrega factores de conflicto y no contribuye a un mejor clima político", aseveró.
Antes de la votación, lo que debía ser uno más de los habituales homenajes se convirtió en un acalorado cruce de imputaciones entre una senadora ultrakirchnerista y los legisladores de la bancada radical: se recordó un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, oportunidad en la que los senadores radicales destacaron el juicio a las juntas militares realizado durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
A continuación pidió la palabra la santacruceña Selva Forstmann, quien dijo que no hay que ver la mitad de la historia, ya que hubo partidos centenarios que habían sido cómplices y habían dado su apoyo a gobiernos militares. Morales y Sanz, enardecidos, respondieron a viva voz, porque tenían sus micrófonos apagados. El incidente no pasó a mayores. (Reuters-DyN)

"Se profundiza la gobernabilidad"

BUENOS AIRES.- El jefe del peronismo, Néstor Kirchner, calificó anoche de muy importante que el Senado haya aprobado el adelantamiento de las elecciones.
Tras informarles a los asistentes a un acto en el partido bonaerense de Moreno, que "el Senado acaba de votar" el proyecto de ley de reforma electoral, Kirchner señaló que la Argentina necesita profundizar su gobernabilidad, ya que no puede volver a retroceder como en el pasado.
Kirchner pidió a los productores agropecuarios que tengan memoria. "Me atacan permanentemente y me van a seguir atacando mucho más, al igual que a Cristina", dijo. "Que tengan memoria. Les refinanciamos los créditos del Nación; los apoyamos con créditos; generamos un cambio competitivo; un gasoil competitivo; esos 16.000 millones que les damos, ¿quién lo pone, ustedes lo ponen?", apuntó Kirchner.
En su discurso embistió contra la oposición cuando se refirió con ironía a la "Unión Cívica Rural" y a la "alianza residual". En ese contexto, manifestó que la oposición está a favor del ajuste y de los despidos. "En cambio desde el Gobierno se promueve que no haya ni un solo desempleado, en el marco de la crisis internacional", aseveró.
"Por un lado la alianza residual, por otro el modelo de la derecha neoliberal, quienes dicen que fueron muy ?pro? y acompañaron todos los procesos en los 90; quebraron a la Argentina; levantaron el modelo de Martínez de Hoz; hablan de ajuste; es muy importante que tengamos memoria, que defendamos lo logrado", remarcó.
Kirchner fue acompañado por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; por el jefe comunal local, Andrés Arregui, y por el referente justicialista de Moreno, el diputado nacional Mariano West.
El acto se realizó en el club Los Indios, en Piovano 2969, a una cuadra de la estación ferroviaria de la localidad de Moreno.
En su última aparición pública, en el partido bonaerense de Merlo, Kirchner había acusado a la oposición de pretender no dejar gobernar al oficialismo y había argumentado que se necesitaba un triunfo para consolidar la gobernabilidad y el modelo. (DyN)