¿Ahora quién defenderá los intereses de los contribuyentes?

BUENOS AIRES.- Tras el champán con el que brindó el club de aplaudidores de los oficialismos de turno, chovinistas al fin, la gran pregunta que se deberían formular los nuevos dueños de Aerolíneas y de Austral es quién será la figura que defenderá en el próximo tramo los intereses de los contribuyentes.
La primera preocupación de los que pagan sus impuestos es la de conocer cómo se hará para impedir que las líneas de bandera tengan que poner sobre la mesa todos los días U$S 1,6 millón para salir a volar y, sobre todo, cómo se revertirá la situación.
Quien se haga cargo, como haría cualquier comerciante, deberá aumentar los ingresos y bajar los costos, aunque bien valdría saber además qué políticas se propone implementar:
• Cómo captará los pasajeros que emigraron a otras empresas.
• Qué tarifas permitirán optimizar la ocupación de los asientos y si las habrá diferenciales.
• Cuál será la permanencia de rutas locales e internacionales.
• Cuáles serán los planes de reequipamiento de la flota, con aviones homogéneos y modernos (de menores consumos), que conlleven menores gastos.
• Y qué planes tiene para vencer la renuencia de las alianzas mundiales a incorporar compañías estatales, etcétera.
Desde ya que la figura que se haga cargo deberá ser alguien que, desde su sapiencia técnica, sirva más a los intereses de la compañía que a los de las autoridades de turno. Deberá ceñirse a una política aerocomercial que incluya a Aerolíneas como empresa testigo del mercado.
Si LAN, TACA y COPA ganan dinero, ¿por qué no AA y Austral? Es lo que esperaría cualquier argentino de bien que no quiere poner plata de su bolsillo, pero que desea que los fondos que hoy se van por el sumidero se destinen a una mejor distribución del ingreso, una de las patas declamadas de la política oficial.