Shakira y Gerard Piqué han dado un nuevo paso en la disolución de su patrimonio común tras su mediática separación en 2022. Según informó el diario ABC, la ex pareja logró vender por algo más de 3 millones de euros una de las tres viviendas que compartían en Esplugues de Llobregat (Barcelona).
La propiedad vendida formaba parte de un complejo inmobiliario diseñado como un gran espacio familiar interconectado. En él residían la cantante, el exfutbolista, sus hijos Milan y Sasha, además de los padres de Shakira y parte del personal de servicio.
Un proyecto familiar que quedó incompleto
La tercera vivienda del lote debía ser reformada para unirse a las otras dos, pero las obras quedaron paralizadas tras la ruptura de la pareja en junio de 2022. Finalmente, esta casa fue vendida de forma independiente hace unos meses, marcando el inicio de la separación patrimonial.
Mientras tanto, las otras dos mansiones principales siguen en el mercado. Según la prensa, el conjunto está valorado en 10,99 millones de euros y cuenta con unas características de lujo:
- 715 m² construidos y 630 m² habitables.
- Seis dormitorios y cinco baños.
- Piscina interior y exterior, bodega y gimnasio.
- Estudio de grabación, sala de juegos y varias terrazas.
- Sistema de domótica, calefacción por gas, jardín con riego automático y accesibilidad para sillas de ruedas.
Shakira celebra en Barcelona
A pesar de la venta, Shakira sigue pasando tiempo en su casa de Barcelona. El pasado domingo organizó una fiesta privada con amigas y allegados, compartiendo vídeos del encuentro en sus redes sociales, donde también participaron simbólicamente muchos de sus seguidores.
Con esta operación inmobiliaria, la separación de bienes de Shakira y Piqué avanza, mientras el mercado de lujo en Barcelona vuelve a poner sus ojos en una de las propiedades más exclusivas de Esplugues de Llobregat.