05 Agosto 2025
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El verano de 2025 está dejando cifras preocupantes en España: solo en julio, se han registrado 1.060 muertes atribuibles al calor extremo, un aumento del 57% respecto al mismo mes del año anterior, cuando se contabilizaron 674 fallecimientos. Así lo revelan los últimos datos del sistema MoMo (Monitorización de la Mortalidad Diaria), del Instituto de Salud Carlos III.
Y la tendencia no parece detenerse. Con 1.504 muertes ya registradas por calor entre mayo y los primeros días de agosto, las autoridades advierten que este verano podría superar los niveles de mortalidad del año pasado, cuando se reportaron 2.012 muertes en total por altas temperaturas.
Julio, uno de los meses más letales de la década
Julio de 2025 ya se ha convertido en el cuarto mes con mayor exceso de mortalidad atribuida al calor en la última década. Por delante solo quedan julio de 2022 (2.217 muertes), 2015 (1.797) y 2019 (1.087).
Los datos del Instituto de Salud Carlos III reflejan además un incremento abrupto en junio: mientras que en 2024 hubo solo 32 muertes por calor en ese mes, este año se contabilizaron 407 fallecimientos, debido en parte a una primera ola de calor temprana que comenzó a finales de mes.
Una amenaza silenciosa
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha subrayado que el calor extremo es “uno de los factores de riesgo que más impactan en el aumento de la mortalidad”, provocando no solo golpes de calor, sino también el agravamiento de patologías preexistentes, especialmente en personas mayores, enfermas o vulnerables.
Casos recientes reflejan esta gravedad:
- Un hombre de 85 años falleció en Torremayor (Badajoz).
- Otro hombre murió en Plasencia a principios de julio.
- También se han reportado víctimas mortales por calor en Almería, Córdoba, Huelva, Castellón, Alicante y Barcelona, donde una trabajadora de limpieza de 51 años perdió la vida tras desplomarse en su hogar.
Aunque MoMo no cuantifica los golpes de calor como causa directa, sí estima los excesos de mortalidad atribuibles a temperaturas anómalas, basándose en comparativas estadísticas de los últimos 10 años.
Termómetros disparados y riesgo nacional
Junio ya fue calificado por la AEMET como el sexto más cálido en España desde que hay registros, con una temperatura media de 23,7 ºC y un 68% menos de precipitaciones de lo habitual.
Actualmente, diez comunidades autónomas se encuentran en alerta por la segunda ola de calor del verano. El panel Kairós, otra herramienta del Instituto de Salud Carlos III, advierte de riesgo alto de mortalidad por calor en siete provincias:
- Pontevedra
- Ourense
- Valladolid
- Salamanca
- Cáceres
- Toledo
- Madrid
Otras cinco presentan riesgo moderado, incluyendo Badajoz y Ciudad Real, lo que eleva el número de municipios en alerta máxima a más de 1.000.
¿Qué podemos hacer?
Las autoridades sanitarias han reiterado las medidas esenciales para prevenir riesgos por calor extremo:
- Beber agua con frecuencia, aunque no se tenga sed.
- Evitar la exposición directa al sol en las horas centrales del día.
- Usar ropa ligera, gorro, gafas de sol y protector solar.
- Permanecer en lugares frescos y ventilados.
- Evitar la actividad física intensa en exteriores.
- Prestar especial atención a mayores, niños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
- Además, se insiste en el cuidado de las personas que trabajan al aire libre, uno de los grupos más vulnerables durante las olas de calor.
Un verano que ya deja huella
Con las temperaturas disparadas, los registros de muertes en aumento y los sistemas de alerta activados en buena parte del país, el verano de 2025 se perfila como uno de los más letales de la última década. La combinación de cambios climáticos extremos y falta de adaptación en algunas regiones plantea un desafío urgente para las políticas de salud pública en España.
Porque el calor, como dicen los expertos, es una amenaza silenciosa… pero mortal.
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