05 Agosto 2025
¿Eres de los que toca el claxon para saludar, protestar o meter prisa al coche de delante? Pues cuidado: lo que parece una acción inofensiva puede salirte caro. La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que el uso indebido del claxon está prohibido y puede acarrear multas de hasta 200 euros en España.
Aunque es una costumbre extendida entre los conductores españoles, pitar sin justificación vulnera el Reglamento General de Circulación, concretamente el artículo 110, que limita de forma clara en qué situaciones puede usarse esta señal acústica.
¿Cuándo está prohibido pitar?
Pitar para saludar, manifestar enfado por maniobras ajenas, apurar a otros en semáforos o expresar impaciencia en atascos está terminantemente prohibido. También está vetado en zonas señalizadas con carteles como la señal R-310 o R-319, presentes cerca de hospitales, residencias de mayores y zonas sensibles al ruido. En esos casos, la sanción puede alcanzar los 80 euros.
Si el sonido emitido es estridente, prolongado o molesto sin justificación, la sanción también ronda ese importe. Y en situaciones más graves —como llevar claxones modificados que imitan sirenas o circular sin claxon en condiciones— la multa puede llegar hasta los 200 euros.
¿Cuándo sí se puede usar el claxon?
El Reglamento permite pitar solo en tres casos concretos:
- Advertir un peligro real, como un posible accidente en situaciones de visibilidad reducida (curvas cerradas o cruces complicados).
- Realizar un adelantamiento en vías interurbanas, como aviso a otro conductor.
- Vehículos prioritarios (ambulancias, policía, bomberos) en situación de emergencia, siempre que se utilicen también las señales luminosas correspondientes.
- Cualquier otro uso queda fuera del marco legal y puede ser sancionado.
Un hábito común… y sancionable
Según informes recientes, al menos el 66% de los conductores admite utilizar el claxon de forma inapropiada, ya sea para expresar nerviosismo o presionar a otros. Lo que muchos ignoran es que pitar al segundo de que el semáforo se pone en verde también es motivo suficiente para recibir una sanción de 80 euros.
Y no solo en grandes ciudades. En cualquier núcleo urbano donde esté prohibido el uso de señales acústicas, un solo pitido puede ser multado si se considera innecesario.
No solo una norma: una medida por la seguridad y contra el ruido
Estas sanciones no solo buscan castigar, sino frenar la contaminación acústica que afecta tanto al bienestar como a la seguridad vial. El uso indebido del claxon puede provocar sobresaltos, distracciones e incluso reacciones peligrosas en otros conductores.
En un entorno urbano cada vez más ruidoso, reducir el uso injustificado de la bocina se ha convertido en una prioridad para mejorar la convivencia, el confort ciudadano y la seguridad en las carreteras.
En resumen: si no estás evitando un peligro real, lo mejor es no pitar. Tu bolsillo —y tus vecinos— lo agradecerán.
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