04 Agosto 2025 Seguir en 
Cada vez son más las figuras públicas que alzan la voz contra las críticas constantes sobre su físico. Entre ellas, Marta López Álamo, modelo, creadora de contenido y esposa de Kiko Matamoros, ha compartido este domingo una contundente reflexión en sus redes sociales para responder a quienes opinan sobre su delgadez.
En una ronda de preguntas y respuestas en Instagram, López Álamo dejó claro que no espera “ser aceptada por nadie” y que no siente que esté “lidiando con nada” en lo que respecta a su aspecto físico. “Estoy feliz con mi cuerpo y con mi vida. Lo sé porque no lo he estado antes, y nadie me va a hacer sentir mal por tener una genética atlética y delgada. Me niego”, afirmó.
La granadina señaló que el verdadero problema reside en quienes “tienen la necesidad de opinar y despreciar un cuerpo ajeno”. En sus palabras: “Estar delgado no es un delito, y estar delgado no es sinónimo de querer estar delgado. Eso es algo que se nos transmite en una sociedad hipócrita que pretende no calificar, pero, a la vez, califica”.
Salud mental y relación con la alimentación
López Álamo defendió que mantiene una “relación muy sana con la alimentación” y criticó el constante bombardeo de información que promueve ideas erróneas, como que “los hidratos engordan”. “En mi perfil no encontrarás eso. Encontrarás a una mujer fuerte, que tiene su cuerpo y su vida, y que no tiene en cuenta los comentarios ajenos”, subrayó.
La influencer admitió que haber hablado abiertamente sobre el trastorno alimenticio que sufrió en la adolescencia pudo generar que algunas personas asocien su físico actual a esa etapa. Sin embargo, asegura que vive sin exigirse y lamenta que haya quienes “desperdician su vida criticando a los demás”.
Un mensaje contra el juicio público
En su reflexión final, Marta López Álamo expresó su deseo de que llegue el momento en que se acepte a todo el mundo sin juicios. “No soy ejemplo de nada, tampoco mal ejemplo. Solamente soy yo, libre y sin hacer daño a nadie. Quien quiera hacerse daño comparándose con un cuerpo que no es el suyo, el problema no es la chica de la foto, sino los ojos que la ven”, concluyó.
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