En plena fiebre por las ficciones inspiradas en personajes reales, Sigo siendo la misma, el nuevo documental de Netflix dirigido por Marc Pujolar, rompe la lógica del simple “material adicional” y se presenta como una película con identidad propia. Si bien su estreno coincide con el éxito de la serie Superstar, la obra no depende de ella para tener sentido. Al contrario: propone una lectura completamente distinta, más íntima, más lúcida y más honesta sobre las figuras que marcaron la televisión de los primeros 2000 en España.
Yurena, Leonardo Dantés, Arlequín… Nombres que en su momento fueron objeto de burla fácil, reaparecen aquí desde un lugar inesperado: la dignidad del relato humano.
Un documental con una puesta en escena original y respetuosa
Lejos del tono sensacionalista que a menudo acompaña a este tipo de producciones, Sigo siendo la misma apuesta por una forma distinta de narrar. Cada protagonista habla no a cámara, sino a un interlocutor silencioso: Yurena conversa con una psicóloga, Dantés con un recepcionista de hotel, Arlequín con un luthier. No son periodistas ni conductores famosos: son personas comunes que escuchan, asienten, acompañan.
Este recurso, sencillo pero eficaz, le da al documental un aire de conversación privada, de diálogo sincero entre iguales, donde la cámara deja de invadir para volverse testigo invisible. Es, en cierto modo, una descompresión emocional después del retrato histriónico que ofrecía Superstar.
Yurena, más allá del personaje
Uno de los momentos más poderosos del documental es la intervención de Yurena. Lejos del artificio, se muestra reflexiva, emocionalmente abierta y profundamente consciente de su historia mediática. No busca redimirse ni corregir la caricatura que sobre ella se ha construido. Simplemente habla, desde su presente, como mujer, como artista, como figura pública marcada por el fenómeno del tamarismo.
Es entonces cuando el título cobra fuerza: Sigo siendo la misma no suena a queja ni a nostalgia, sino a afirmación de identidad. Una identidad que sobrevivió a la burla, al sensacionalismo y a la etiqueta de "freak" con la que tantos medios la catalogaron.
Más que un apéndice de Superstar
Aunque muchas veces estos documentales se piensan como "el contenido real" que complementa a la ficción, Sigo siendo la misma rompe ese molde. Es una obra visualmente cuidada, con una estructura narrativa clara y con una propuesta estética propia. No explica lo que pasó en la serie. No corrige. Amplía. Humaniza. Aporta.
Es inevitable compararlo con otros lanzamientos similares, como el caso de El cuerpo en llamas y su documental asociado, o la reciente película sobre el caso de Maje (la viuda negra de Patraix) acompañada por su correspondiente docu. En esos ejemplos, el documental busca matizar o contrastar la visión dramatizada. En Sigo siendo la misma, en cambio, el objetivo no es explicar, sino escuchar.
Una historia sobre cómo nos representaron (y cómo queremos representarnos hoy)
Más allá de sus protagonistas concretos, Sigo siendo la misma es también una reflexión sobre los medios, el espectáculo, la memoria colectiva y la cultura pop en España. ¿Qué fue del "circo mediático" de los 2000? ¿Cómo tratamos a sus personajes? ¿Qué queda hoy de esa forma de hacer televisión?
En tiempos en los que el documental se ha vuelto casi obligatorio tras cualquier ficción basada en hechos reales, esta película logra diferenciarse por su tono, su respeto y su mirada inteligente. Lejos del morbo, propone algo más raro y valioso: escuchar sin prejuicios a quienes, durante años, solo vimos como caricaturas.
Conclusión: una joya silenciosa en el catálogo de Netflix
Sigo siendo la misma es una película documental que se disfruta tanto si has visto Superstar como si no. Porque no se trata de una guía para fans ni de una corrección académica: es una obra emocional, generosa, y por momentos conmovedora.
Una pieza que devuelve humanidad donde antes solo había burla, y que nos recuerda que, detrás de cada personaje televisivo, hay una persona real que merece ser escuchada.
¿Ya viste Sigo siendo la misma? ¿Crees que el documental supera a la serie? Cuéntanos en los comentarios.