01 Agosto 2025
Con la llegada de agosto y la temporada alta de vacaciones, las playas españolas se llenan desde primera hora. Muchos madrugadores buscan asegurarse un buen sitio cerca del mar y, para lograrlo, colocan sombrillas, toallas, sillas o neveras en la arena incluso de madrugada, marchándose después a desayunar o a descansar. Lo que parece un gesto inofensivo, en realidad puede costar caro: multas de hasta 750 euros en varios municipios costeros.
Reservar espacio en la playa, una infracción
Según la Ley de Costas y distintas ordenanzas municipales, el litoral es un espacio público de uso libre, y nadie puede apropiarse de una parte de la playa para uso exclusivo, aunque sea de forma temporal. Dejar objetos personales sin supervisión supone una ocupación indebida del dominio público marítimo-terrestre, lo que constituye una infracción.
Ciudades como Benidorm, Elche, Fuengirola o Torrox han aprobado reglamentos que prohíben expresamente colocar sombrillas o mobiliario playero antes de una hora determinada, normalmente las 8:00 de la mañana. Los servicios municipales, en estos casos, están autorizados para retirar el material y, en ciertos supuestos, imponer sanciones económicas.
Otras prácticas sancionables en la arena
La colocación de objetos sin vigilancia no es la única conducta que puede acabar en multa. Entre otras prácticas reguladas en muchas playas españolas se encuentran:
- Cavar hoyos profundos en la arena: permitido solo si son pequeños y bajo supervisión. En municipios como Nigrán (Galicia) está prohibido por el riesgo de accidentes.
- Jugar con balones o montar partidos en zonas concurridas: actividades como el fútbol o el vóley deben realizarse fuera de las áreas de baño o contar con autorización municipal.
- Formar grupos numerosos en la orilla que bloqueen el paso de otros bañistas, lo que puede ser considerado una alteración de la convivencia.
- Además, las ordenanzas locales suelen reforzarse en los meses de julio y agosto, coincidiendo con la mayor afluencia turística.
Recomendaciones para evitar sanciones
Los expertos legales, como el equipo jurídico de Legálitas, aconsejan revisar siempre la normativa del municipio antes de acudir a la playa. Aunque algunas localidades solo retiran los objetos abandonados, otras aplican multas directas de hasta 750 euros.
También conviene recordar que está prohibido ocupar accesos reservados a servicios de emergencia, zonas adaptadas para personas con movilidad reducida y espacios naturales protegidos, donde no se permite instalar mobiliario ni encender fuego.
Disfrutar con responsabilidad
Ir a la playa es uno de los grandes placeres del verano, pero también implica convivencia y responsabilidad. Lo que para algunos es una costumbre similar a “reservar la tumbona del hotel”, en realidad puede convertirse en un gesto incívico y sancionable.
Respetar las normas no solo evita multas, sino que garantiza un uso justo de un espacio común que pertenece a todos.
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