

El mundo del fisioculturismo español está de luto por la inesperada muerte de Lorena Blanco Pita, una de sus referentes más destacadas. La deportista gallega, de 37 años, falleció tras sufrir un infarto en su domicilio. Según informa el diario El Progreso, fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA), en Lugo, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvar su vida.
Lorena se encontraba en plena preparación para uno de los mayores desafíos de su carrera: su participación en el Mr. Olympia, el evento más importante del culturismo mundial, que se celebrará en octubre en Las Vegas, Estados Unidos.
Este mismo año había debutado como profesional en el Europa Pro, tras haber acumulado varios títulos nacionales. Su última competencia fue el Gomesia Ultimate Battle Pro Medellín Supershow, en Colombia, donde finalizó en duodécima posición. Todo indicaba que estaba en un gran momento de forma y con ambiciones crecientes dentro del circuito internacional.
Entrenadora, esposa y referente
A lo largo de su carrera, Lorena contó con el apoyo incondicional de su esposo y entrenador, Izzy Bolaños, también un reconocido culturista dentro del ámbito español. Juntos formaban una de las duplas más admiradas del entorno fitness y competían bajo los colores del Club Fluvial de Lugo, donde Lorena entrenaba a diario.
Una pérdida que sacudió al deporte
La noticia de su fallecimiento provocó una ola de mensajes de condolencias en redes sociales, tanto de seguidores como de compañeros de profesión. Numerosos deportistas, entrenadores y aficionados al culturismo han expresado su dolor ante una muerte tan prematura como inesperada.
“Era un ejemplo de disciplina, constancia y superación”, coincidieron muchos de los mensajes que recordaron no solo su entrega al deporte, sino también su calidad humana.
El legado de una pionera
Aunque su carrera profesional recién comenzaba a despuntar a nivel internacional, Lorena Blanco ya era considerada una pionera dentro del culturismo femenino español. Su compromiso, su esfuerzo constante y su presencia en escenarios de alto nivel la convirtieron en una inspiración para muchas mujeres que buscan abrirse camino en un deporte históricamente dominado por hombres.
Su muerte deja un vacío difícil de llenar, justo en el momento en que su carrera prometía alcanzar su punto más alto.