No siempre hace falta visitar monumentos o probar platos en restaurantes estrella para sumergirse en la cultura de un país. A veces, basta con entrar a un supermercado. Eso fue exactamente lo que hizo Cosmo, un joven neerlandés que viajó a España y decidió explorar uno de los establecimientos más populares del país: Mercadona.
Lo que para muchos españoles forma parte de la rutina diaria, para este turista fue toda una revelación. En un vídeo que compartió en redes sociales, Cosmo destacó que los supermercados españoles, y especialmente Mercadona, están “a otro nivel” en comparación con los de su país. “Son simplemente superiores”, afirmó con entusiasmo.
Entre los aspectos que más le sorprendieron está la calidad de las secciones de carnicería y pescadería, donde profesionales preparan el producto al gusto del cliente. “Tiene una pescadería en la que se vende pescado fresco y una carnicería completa en la que venden jamón ibérico”, relató, visiblemente asombrado por la atención personalizada y la variedad de productos frescos disponibles.
Pero eso no fue todo. Cosmo también se mostró impactado por detalles que muchos dan por sentados, como la posibilidad de hacer zumo de naranja natural al momento. “Puedes hacer tu propio zumo de naranja”, señalaba mientras mostraba la máquina exprimidora instalada en el local.
En su recorrido, también remarcó los precios accesibles de productos como vinos y licores, algo que contrastó con los valores habituales en los supermercados de Países Bajos. Y para completar su experiencia, apuntó que Mercadona cuenta con una sección de droguería con maquillaje y productos de cuidado personal, además de un espacio específico para aparcar los carros de la compra, algo que también le llamó la atención.
Con un tono divertido y entusiasta, Cosmo cerró su vídeo dejando clara su conclusión: “Los supermercados en España están a otro nivel. Mercadona es simplemente superior”.
Este tipo de testimonios refuerzan lo que muchos viajeros ya han experimentado: visitar un supermercado local puede ser una de las formas más auténticas de conocer la cultura cotidiana de un país. Y en España, al parecer, hasta eso es una experiencia digna de ser contada.