Un río atmosférico de nivel 4 impactará sobre una región de Chile
Un río atmosférico de categoría 4, considerado altamente peligroso, ha generado una gran preocupación en Chile. La expectativa se centra en las crecidas de ríos y las posibles inundaciones repentinas que podrían ocurrir en las próximas horas. Es por que la alerta de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) estará activa hasta la mañana del viernes para una región en particular.
En esta región chilena se anticipan precipitaciones de entre 85 y 110 mm, con una isoterma de cero grados que ascenderá de 1.600 a 2.200 metros sobre el nivel del mar (msnm), para luego descender hasta los 1.200 msnm.
Un río atmosférico de categoría 4 preocupa a Chile: ¿en que zona se sentirá con más fuerza?
Durante este jueves, las lluvias se concentrarán en el norte de la Región de Aysén, donde sus habitantes esperan la llegada de un potente sistema frontal durante la noche. Según el análisis del ECMWF (Centro Europeo para Pronósticos a Mediano y Largo Plazo), las precipitaciones serán implacables en toda la XI Región durante la madrugada del viernes.
Sin embargo, hacia la noche del viernes, tanto las lluvias como las rachas de viento disminuirán, ofreciendo un breve alivio a esta hermosa región chilena. Además, entre la noche del viernes y gran parte del sábado 19 de julio, la nieve visitará Aysén, por lo que se recomienda encarecidamente evitar las actividades al aire libre.
¿Qué es un río atmosférico y cuál es su impacto en el clima?
Un río atmosférico es, en esencia, una corriente alargada y estrecha de humedad concentrada en la atmósfera. Se puede imaginar como un "río en el cielo" que transporta enormes cantidades de vapor de agua, a menudo equivalentes al flujo promedio del río Amazonas o incluso más.
Estos fenómenos son cruciales para el ciclo del agua global, ya que transportan humedad desde los trópicos hacia las latitudes medias y polares. Cuando un río atmosférico alcanza una masa terrestre y se encuentra con montañas u otros sistemas meteorológicos, libera toda esa humedad en forma de intensas precipitaciones, lo que puede generar lluvias torrenciales, nevadas abundantes y, consecuentemente, un alto riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.
Su impacto en el clima y en los eventos extremos es significativo, y su monitoreo es fundamental para la previsión meteorológica.
