16 Julio 2025
IMAGEN TOMADA DE NATIONAL GEOGRAPHIC
El norte de España guarda secretos naturales que sorprenden incluso a los viajeros más experimentados. Entre ellos, destaca un rincón paradisíaco que cada vez atrae a más visitantes que buscan paz, paisajes imponentes y un respiro del calor estival: la playa de Oyambre, en Cantabria. Rodeada de montes verdes, dunas doradas y aguas transparentes, este enclave se ha consolidado como una de las joyas más impresionantes del litoral cántabro.
Situada entre los municipios de San Vicente de la Barquera y Valdáliga, la playa de Oyambre forma parte del Parque Natural de Oyambre, un entorno protegido que realza su valor ecológico y paisajístico. El contraste entre el intenso azul del mar Cantábrico, la arena fina de dos kilómetros de extensión y el verde vibrante de la vegetación que rodea el lugar convierten a este arenal en un espectáculo visual difícil de olvidar.
Un paraíso natural a orillas del Cantábrico
Oyambre no es solo una playa, sino un entorno completo que invita a la desconexión. Su gran atractivo no solo reside en la calidad de su arena y sus aguas cristalinas, sino también en lo que la rodea: dunas de gran valor biológico, marismas de extraordinaria riqueza ambiental y montes cubiertos de vegetación que enmarcan el arenal con una estampa de postal.
Muy cerca se encuentra la Ensanada de la Rabia, otro tesoro del parque natural que amplifica la belleza y biodiversidad del área. Es un lugar perfecto tanto para los amantes de la naturaleza como para quienes buscan disfrutar del mar sin las aglomeraciones de otros destinos más concurridos.
Ideal para escapadas tranquilas
Oyambre es el sitio ideal para quienes desean pasar unas horas de tranquilidad, leer un libro bajo el sol o simplemente contemplar el paisaje. Gracias a su ubicación dentro del parque natural, la playa ha logrado mantener un ambiente sereno, sin excesiva urbanización ni construcciones que alteren su esencia salvaje y natural.
Además, su extensión permite que siempre haya espacio para los bañistas, incluso en temporada alta. Y si bien las aguas del Cantábrico son conocidas por su frescura, en los días soleados de verano la temperatura es perfecta para un baño revitalizante.
Cómo llegar a la playa de Oyambre
Acceder a Oyambre es sencillo, especialmente si se parte desde la capital cántabra. Desde Santander, el trayecto dura aproximadamente 50 minutos en coche. Se debe tomar la A-67 hasta Torrelavega, donde se enlaza con la A-8 en dirección a San Vicente de la Barquera. Luego, se toma la N-634, se desvía por la CA-131, y finalmente se accede a través de la CA-236 hasta el arenal.
Este recorrido, además, atraviesa paisajes espectaculares del interior de Cantabria, lo que convierte el viaje en una experiencia en sí misma.
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