11 Julio 2025
Con la llegada del calor, muchos se preguntan qué es más conveniente para mantener el hogar fresco: ¿aire acondicionado o ventilador? Aunque ambos dispositivos ayudan a sobrellevar las altas temperaturas, su diferencia en consumo energético puede marcar una gran diferencia en la factura eléctrica.
Una diferencia clave: el consumo eléctrico
Un aire acondicionado tipo 'split' consume, en promedio, 1.000Wh (1 kWh) por hora de funcionamiento, mientras que un ventilador consume unos 60Wh. Esto significa que el aire acondicionado consume más de 15 veces lo que un ventilador. Incluso en el caso de un ventilador más potente, rara vez se superan los 100Wh.
Traducido en euros y considerando un precio medio de 0,20 €/kWh, el coste de usar un aire acondicionado durante 8 horas sería de aproximadamente 1,60 euros, frente a los 0,10 euros del ventilador. Esta simple comparación pone en evidencia cuál de los dos aparatos resulta más económico si hablamos de uso continuado.
Pero... ¿y si el aire ya enfrió la habitación?
Es importante tener en cuenta que, una vez alcanzada la temperatura deseada, el aire acondicionado reduce su consumo a unos 200Wh. Sin embargo, encender y apagar el equipo constantemente no es recomendable, ya que obliga al compresor a reiniciarse, lo que aumenta el gasto energético y puede acortar la vida útil del aparato.
Temperatura ideal y ahorro energético
Uno de los factores clave para ahorrar con el aire acondicionado es la configuración de la temperatura. Los expertos recomiendan ajustar el termostato entre 24 °C y 27 °C, una franja que permite un buen equilibrio entre confort y eficiencia. Cada grado que bajamos por debajo de ese rango puede incrementar el consumo en un 7% adicional.
Otros aspectos que influyen en el consumo son la temperatura exterior, la duración del uso y si mantenemos puertas y ventanas cerradas adecuadamente para evitar fugas de aire frío.
Mantenimiento: mínimo en el ventilador, clave en el aire acondicionado
Los ventiladores apenas requieren mantenimiento más allá de una limpieza ocasional. En cambio, los aires acondicionados necesitan limpiar los filtros con regularidad, revisar el estado del compresor y, con el paso del tiempo, incluso cambiar alguna pieza para asegurar un funcionamiento eficiente.
Además, los nuevos dispositivos inteligentes permiten controlar el aire acondicionado desde el móvil, ya sea desde casa o de forma remota. Esto no solo permite encenderlo antes de llegar, sino también programar horarios, activar el apagado automático y conectarlo a sistemas domóticos como Home Assistant, aumentando el control y reduciendo el gasto innecesario.
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