04 Julio 2025
Enrique Bunbury protagonizó un momento de tensión durante su concierto en Quito, Ecuador, como parte de su gira El huracán ambulante. El artista español interrumpió una de sus canciones visiblemente molesto al notar que un fan en primera fila llevaba todo el recital grabando con su teléfono móvil.
"Con la puta cámara, grabando todo el puto concierto", lanzó Bunbury señalando directamente al espectador, según se puede ver en un vídeo grabado desde más atrás y difundido en TikTok. Aunque tras ese exabrupto el tono del cantante se moderó, no abandonó su mensaje: criticó el uso excesivo del móvil en conciertos y llamó a su público a disfrutar el momento con mayor conexión.
"De verdad entiendo la locura a la que hemos llegado con usted. Lo entiendo perfectamente. Pero si estás aquí en primera fila, seguro que hay mucha gente que le gustaría estar ahí disfrutando", expresó Bunbury, pidiendo al fan que viviera la experiencia del espectáculo más activamente.
El cantante, que suele pronunciarse a favor de la autenticidad del directo, profundizó su crítica: "Ustedes dejan de participar por el hecho de tener un teléfono. Ustedes incomodan y hacen que el concierto sea peor", aseguró, antes de añadir que el acto de grabar le había hecho perder la concentración. "Siento que hayamos tenido que parar la canción porque esta es una canción en la que tenemos que estar concentrados y tenemos que estar metidos dentro de la canción. A mí me ha quitado totalmente la concentración", explicó mientras se cambiaba de guitarra.
La escena generó una fuerte repercusión en redes sociales, donde los usuarios se mostraron divididos. Mientras algunos respaldaron al artista por defender la experiencia del directo, otros consideraron exagerada su reacción.
"Qué falta de respeto del artista al público, si paga la entrada a primera fila, pues él verá si ve, si grita, si graba... muy intromisorio el artista", opinó un usuario. En contraste, otro comentario señalaba: "La mayoría de comentarios son a favor del telefonito, no entendéis lo que es un concierto en vivo".
El debate sobre el uso de móviles en espectáculos musicales no es nuevo, pero el episodio de Bunbury lo vuelve a poner sobre la mesa: ¿vivir el concierto o grabarlo? ¿Libertad del espectador o respeto por la experiencia colectiva?
