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España ha comenzado julio envuelta en un calor abrasador que ya está marcando el tono del mes. Tras un fin de semana sofocante, con temperaturas que han superado los 40 ºC en gran parte del país, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha ofrecido una primera previsión que confirma lo que muchos temían: nos espera un mes extremadamente cálido y con escasas lluvias.
Una primera semana asfixiante
La semana del 30 de junio al 6 de julio estará caracterizada por un calor intenso en toda la Península y Baleares. Las máximas superarán los 40 ºC en zonas del sur, como Córdoba, Sevilla o Badajoz, mientras que las mínimas en muchas localidades no bajarán de los 23-25 ºC, dificultando el descanso nocturno y la recuperación térmica.
En ciudades como Zaragoza o Lérida, los termómetros ya han rozado los 41 ºC, y en puntos de Andalucía occidental incluso se han superado los 44 ºC. Aunque se espera un leve alivio térmico en el tercio norte a partir del martes, el calor persistirá en el resto del país.
Como contrapunto, las tormentas ganarán protagonismo en los próximos días, especialmente durante las tardes. La AEMET mantiene activas alertas por fenómenos tormentosos que podrían ir acompañados de granizo y ráfagas de viento, sobre todo en zonas del interior peninsular.
Un julio cálido y seco, según la AEMET
Más allá de esta primera semana, las proyecciones de la AEMET apuntan a un mes de julio que se mantendrá más cálido y seco de lo habitual. Entre el 6 y el 20 de julio, se esperan temperaturas por encima de la media en gran parte de la Península y Baleares, consolidando una tendencia veraniega extrema. Solo Canarias experimentará un ambiente algo más suave.
Las precipitaciones, en cambio, serán escasas y puntuales, salvo en áreas donde se desarrollen tormentas aisladas. No se prevé que estas lluvias tengan un impacto significativo en los niveles de sequía que afectan a muchas regiones.
Consejos ante el calor extremo
Ante estas condiciones meteorológicas, las autoridades sanitarias recomiendan tomar precauciones: evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, hidratarse constantemente, ventilar los hogares en las horas más frescas y prestar especial atención a niños, mayores y personas con enfermedades crónicas.
Todo indica que julio será un mes de resistencia al calor, con un clima estable, seco y con temperaturas muy por encima de lo habitual. Un escenario que confirma que el verano de 2025 ha llegado con fuerza... y para quedarse.



