25 Junio 2025
El Camino de Santiago atraviesa uno de sus momentos de mayor auge turístico. En lo que va de 2025, se han entregado más de 208.000 Compostelas —el certificado oficial de haber completado la ruta—, lo que representa un aumento del 20 % con respecto al año anterior. Esta cifra, registrada por la Oficina del Peregrino, apunta a un nuevo récord anual que podría superar con creces las más de 446.000 Compostelas emitidas en 2023.
Buena parte de ese crecimiento se concentra en la localidad lucense de Sarria, punto de partida preferido por miles de peregrinos por su cercanía al mínimo exigido para obtener la Compostela (100 kilómetros a pie hasta Santiago). Solo en los primeros seis meses de este año, más de 66.000 personas comenzaron su ruta en esta villa gallega, lo que representa casi un tercio del total de peregrinos registrados.
Sin embargo, el crecimiento ha generado tensiones. Muchos vecinos de Sarria han comenzado a mostrar su preocupación por la masificación. El municipio, de apenas 13.500 habitantes, se ve desbordado por la demanda de servicios, la proliferación de albergues y los cambios en la vida cotidiana. Algunos residentes han impulsado una recogida de firmas bajo el lema "Salvemos Sarria", con la que buscan llamar la atención sobre los efectos del turismo descontrolado.
Entre las principales quejas figuran el aumento de precios, el ruido nocturno, la pérdida de identidad local y la saturación de los espacios públicos. También se apunta a la conversión acelerada de viviendas en alojamientos turísticos, lo que limita el acceso a la vivienda para los propios vecinos.
Las autoridades locales y regionales, conscientes del desafío, se enfrentan al reto de equilibrar el atractivo económico del Camino con la necesidad de preservar el bienestar de las comunidades por las que discurre. Sarria no es un caso aislado: otras localidades del Camino Francés también han comenzado a debatir modelos de desarrollo más sostenibles ante un fenómeno que parece no tener techo.
La temporada alta del Camino aún no ha llegado a su punto culminante —julio y agosto suelen concentrar el mayor número de caminantes—, por lo que se prevé que la presión sobre estas localidades aumente en las próximas semanas.
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