21 Abril 2025
El partido entre Atlético Tucumán e Independiente, suspendido el pasado viernes por una tormenta que anegó el estadio José Fierro minutos antes del inicio, dejó una imagen clara: la lluvia fue solo el comienzo. Aunque en su momento la decisión del árbitro Darío Herrera de no jugar por la seguridad de los futbolistas parecía lógica y puntual, las consecuencias de esa suspensión se han convertido en un dolor de cabeza para todos los involucrados.
Más allá de la frustración deportiva, el verdadero problema ahora es logístico. La reprogramación del encuentro ha generado un efecto dominó que involucra a los dos equipos directamente afectados, pero también a Godoy Cruz, otro club que queda atrapado en la red de fechas y compromisos.
Atlético tiene previsto jugar ante Godoy Cruz el lunes 28 de abril en Mendoza. Para ese viaje, el club ya tiene los vuelos comprados para el domingo por la mañana, además de reservas de hotel y el traslado vía terrestre para la vuelta. La posibilidad de que el partido suspendido con Independiente se reprograme para el miércoles 30 de abril por la noche trastoca por completo esa planificación.
Según pudo saber LA GACETA, el “Rojo” y el “Decano” tienen posturas muy distantes a a hora de encontrar una fecha potable para jugar. La Liga Profesional, por el momento, le daría la derecha al club de Avellaneda que pretende jugar el partido el 30, debido a que esa semana no hay fecha de Copa Sudamericana. De hecho, ya en los pasillos del Monumental, Néstor Grindetti a viva voz se animó a plantear esa fecha para la reprogramación, sin tener en cuenta que los otros equipos también tienen su competencia.
Esa posible fecha haría que el “Decano” deba adelantar su visita a Mendoza (se especula que para el domingo a la noche) desde el entorno del club tucumano explican que no hay vuelos disponibles desde Tucumán hacia Mendoza el sábado, por lo que adelantar el viaje tampoco es viable. La única alternativa sería reemplazar el vuelo comercial por un vuelo chárter, algo que, aseguran, debería ser costeado por quienes propongan ese cambio y podría ser la solución a varios problemas. “Ya tenemos los pasajes en avión para el domingo a la mañana. Si quieren que vayamos el domingo a la noche, que nos pongan un charter. El sábado no hay vuelos”, sostienen desde las oficinas de 25 de Mayo y Chile.
A esto se suma la incomodidad de tener que volver en colectivo si no se consigue una alternativa aérea. “Hay hotel reservado desde el domingo, y está contratado el servicio de traslado desde el aeropuerto. Todo esto ya está armado y cambiarlo implica perder dinero y tiempo”, advierten.
Desde lo futbolistico el tema también aflije a Lucas Pusineri que celebraba que Aerolineas Argentina tenga vuelo domingo por la mañana, para no tener el desgaste de ir y volver vía terrestre generando un contratiempo de cara a la seguidilla de partidos que tendrá por delante. Aunque, en el hipotético caso que aparezca un vuelo charter, el parecer del cuerpo técnico cambiaría radicalmente.
Por el lado de Godoy Cruz, la situación tampoco es sencilla. El equipo mendocino jugará el jueves 24 como local frente a Gremio, por la Copa Sudamericana. Si bien no viaja, al disputar una competencia internacional (como sucede con Independiente) necesita tiempo de recuperación y preparación, por lo que desde el club no estarían dispuestos a modificar el partido del lunes 28 ante Atlético, aunque saben que la orden llegará desde Buenos Aires.
Todo esto deja muy pocas fechas viables para reprogramar el encuentro suspendido. El miércoles 30 de abril fue una de las primeras opciones propuestas y al estar pegada con el feriado del 1 de mayo, donde no se puede jugar, y la cercanía con la última fecha de la fase de grupos, también descartaría a la del viernes 2 de mayo, la posibilidad más lógica (y por la que puja Atlético), aunque eso obligaría a correr los cruces entre Atlético- Lanús e Independiente- Rosario Central -previsto para ese fin de semana- y que podrían definir clasificados (en el primer caso y puntero, en el segundo).
En medio de esta maraña de fechas, pasajes, hoteles y torneos superpuestos, los clubes esperan una resolución urgente por parte de la Liga Profesional. Pero lo que parece claro es que una lluvia de 90 minutos ha terminado desatando una tormenta de decisiones difíciles de encajar.
Como en 2017, Atlético e Independiente se encuentran frente a frente, cada quien defendiendo sus propios intereses y con un juez (en aquel momento AFA, ahora Liga Profesional) que deberá tomar una decisión que dejará sensaciones de vencedores y vencidos. Habrá que esperar para saber quién logra torcer el brazo a quién.
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