El bombardeo a la Plaza de Mayo, según Miguel Briante

El bombardeo a la Plaza de Mayo, según Miguel Briante

El bombardeo a la Plaza de Mayo, según Miguel Briante
30 Junio 2024

Por Carlos Cámpora

Para LA GACETA - BUENOS AIRES

Desde hace aproximadamente un año venimos abordando en este medio las variadas maneras en que la literatura argentina ha dado cuenta de hechos significativos de la historia política de nuestro país, ocurridos desde aproximadamente mediados del siglo XX. Muchos de este tipo de textos están dedicados al peronismo, por lo cual hemos destinado diferentes notas a mostrar cómo este ha sido representado en distintas obras. Nos hemos referido a textos de corte antiperonista de conocidos escritores (Beatriz Guido y Jorge Luis Borges), así como de autores que desde otras perspectivas produjeron escritos sobre Eva Perón (Rodolfo Walsh y David Viñas). Además, hemos tratado una obra de Germán Rozenmacher relativa al conflicto entre la clase media y el peronismo. En esta ocasión, también abordaremos una obra relacionada con dicho movimiento político, ya que en ella se narra el bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955. Nos referimos al cuento “El héroe”, de Miguel Briante, uno de los relatos incluido en Las hamacas voladoras (1964).

Con respecto a Briante, recordemos que nació en 1944 y falleció a temprana edad en 1995. Además de dedicarse al periodismo, escribió una novela, Kincon, y varios libros de cuentos. Las hamacas voladoras es el primero de esos libros, cuyos cuentos fueron escritos cuando él era muy joven, pues se publicó cuando rondaba la edad de veinte años.

En cuanto a “El héroe”, para una mejor interpretación de este, es conveniente rememorar brevemente los hechos históricos en sí. El día 11 de junio de 1955 se había producido una gran movilización opositora al gobierno del general Juan Domingo Perón en ocasión de la Procesión de Corpus Christi, que se desplazó desde la Catedral hacia el Congreso Nacional. El gobierno acusó a los manifestantes de quemar una bandera nacional y propuso organizar un acto de desagravio a la bandera el 16 de junio. Para ese día, sectores de las Fuerzas Armadas contrarios al gobierno planearon matar al presidente Perón y desarticular la posible acción de grupos leales al gobierno con un fuerte ataque. En esa fecha, aviones pertenecientes tanto a la Aviación Naval como a la Fuerza Aérea iniciaron un ataque contra la Casa Rosada y otros objetivos, que dejó un saldo de no menos de 300 muertos y muchos más heridos, especialmente en la zona de Plaza de Mayo.

En “El héroe”, Briante narra los acontecimientos desde la óptica de uno de los pilotos pertenecientes a la Fuerza Aérea que participaron en la acción comentada. El relato se desarrolla en dos diferentes temporalidades, que no están separadas sino que continuamente se mezclan en un ir y venir entre ellas. Así, por un lado, está el presente de la narración, que ocurre con posterioridad al ataque estando ya retirado el piloto y, por otro lado, está lo sucedido en el día del bombardeo.

Un personaje del cuento nombrado en distintas oportunidades es Cristina, la hija del piloto, que oficia en cierta manera como una silenciosa acusadora de lo actuado por su padre. En el día del ataque, ella era chica, no sabía bien qué sucedía y le desea suerte al padre: “Era chica y no entendía pero igual le deseaba suerte: por entre los ojos azules, por entre la maraña rubia que le desordenaba la cara en mechones. Fue fácil pensar en ella hasta que la ciudad estuvo abajo, oblicua y de alguna manera sobre él”. Sin embargo, con el paso del tiempo, al ir creciendo, esa hija comprende lo que pasó y se va alejando de él: “Ella era más grande, eso la ayudaba a entender (…) hasta que encontró los diarios (…) con las fotos y los textos donde se contaba la hazaña y la desgracia, y empezó Cristina a alejarse un poco. Y terminó por hablarle nada más que lo necesario, después, cuando vio una foto (…) que él no había querido mostrar nunca”.

En cuanto a lo ocurrido el 16 de junio, los hechos se relatan de menor a mayor, es decir, la tensión va creciendo de a poco. Así, en un comienzo, se cuenta: “Eran las doce. Había sobrevolado toda la mañana. Abajo ya había hormigueo: la ciudad estaba totalmente despierta y de pronto se olvidó Cristina-ella-no-entiende, pensó en el avión, en la ametralladora. (…) Apretó el bastón de mando, lo volcó hacia adelante y el avión arrancó furiosamente hacia abajo, antes de que llegara la voz que decía avión-eco-sesenta y cuatro-baje-sobre-la-plaza”. Pero luego, a medida que transcurre el relato, lo narrado cobra cada vez mayor intensidad: “Él apretó el gatillo, decididamente, sobre la multitud que se amontonaba rodeando la Pirámide de Mayo, (,,,) limpiando la patria de carroñas como todos esos tipos, ése de overol, por ejemplo, que acababa de pasar hacia atrás, allá abajo, con una mueca desesperada, apretándose el pecho con las manos, seguramente cayendo mientras él seguía aferrado a la ametralladora”.

Debemos recordar que Briante no es el único que ha abordado los desgraciados sucesos del 16 de junio de 1955, pues también ha sido tratado por diferentes escritores como Ricardo Piglia o Guillermo Saccomanno. Sin embargo, cabe destacar que el punto de vista elegido y la manera de relatar los hechos le otorgan a “El héroe” un matiz especial dentro de ese conjunto de obras.

© LA GACETA

Carlos Cámpora - Licenciado en Letras, magíster en Sociología de la Cultura.

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