Homicidio en Villa Alem: “Me asusté muchísimo, sólo quise defenderme”

Homicidio en Villa Alem: “Me asusté muchísimo, sólo quise defenderme”

Una mujer de 77 años ultimó de un disparo en el pecho a un joven que intentó atacarla cuando estaba en la vereda junto a dos amigas. Los vecinos defendieron a la septuagenaria.

LA ESCENA DEL CRIMEN. El lugar donde cayó mortalmente herido el joven que hasta el cierre de esta edición no había sido identificado. LA ESCENA DEL CRIMEN. El lugar donde cayó mortalmente herido el joven que hasta el cierre de esta edición no había sido identificado. La Gaceta / foto de Antonio Ferroni

”Menos mal que no la detuvieron. Si eso pasaba, estábamos dispuestos a hacer lo que sea para ayudarla. Ella sólo se defendió”, explicó Mariano Herrera, vecino de la mujer de 77 años que acabó con la vida de un joven que pretendió atacarla ayer a la madrugada en Villa Alem.

Antes de las 1.30, muy cerca de la intersección del pasaje Primera Junta y La Plata, Gloria Alba Sgroi estaba charlando en la vereda junto a dos vecinas. Mientras conversaba, observaron que dos jóvenes vecinos pasaron por segunda vez al frente suyo. La septuagenaria, por temor, ingresó a su domicilio y tomó la pistola calibre 22 que su marido, antes de fallecer, le dijo que se la dejaba para que la protegiera. Volvió a sentarse en la silla y ocultó el arma.

“Los changuitos esos viven en una pensión cercana. Son adictos y, como hay decenas por la zona, están todo el tiempo buscando la manera de hacer dinero para comprar esa porquería. Pero en este caso. la jugada le salió mal”, explicó María Marta Giménez. “Ellos pasaron por ese lugar por una sola razón. A dos cuadras hay varios lugares donde dicen que venden porquerías. Al parecer, anoche estaba cerrado o los changos estos no tenían plata para comprar droga. Por eso iban y venían de la zona”, añadió el esposo de la mujer, Juan Carlos García.

En la tercera pasada, los jóvenes se detuvieron al frente del lugar donde estaban las mujeres. Uno de ellos fue hasta donde estaban. “Ahí se escucharon unos gritos inentendibles. Después un disparo y más gritos. Cuando salimos a la calle descubrimos al chico tirado en la calle y a las tres mujeres muy nerviosas”, relató María Victoria Ruiz.

Los hombres del servicio 911 fueron los primeros en llegar. Un vecino había llamado para denunciar lo que había ocurrido. “Sólo quise defenderme. Me asusté muchísimo. No me lleven”, les habría dicho la mujer a los uniformados después de entregarles el arma con el que hirió en el pecho al atacante.

Revuelo

En cuestión de minutos, ese sector de Villa Alem se llenó de policías. Agentes de Homicidios, al mando de los comisarios José Montero, Susana Monteros, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos, hicieron las primeras averiguaciones.

Los investigadores no pudieron confirmar hasta el cierre de esta edición la identidad del joven fallecido. Sólo constataron que sería un tal “Franco” y que, después de haber recibido el disparo en el pecho, retrocedió varios metros, cayó en el lugar y murió antes de recibir asistencia médica. El joven no tenía ningún arma en su poder.

Las versiones que recolectaron los investigadores confirmaron los dichos de la septuagenaria. En esa lista aparecen Natalia y Mariela Albornoz, las mujeres que estaban con ella en el momento en el que se registró el hecho; vecinos que también se encontraban en la vereda y hasta el mismo amigo de la víctima, Bruno Giulano.

Sobre el arma incautada, los especialistas confirmaron que se trataba de un revólver calibre 22, con marca y número de serie ilegible. En el tambor había una vaina y cinco proyectiles. “Ahora los vecinos dicen que a sus allegados más cercanos les decía que su marido fallecido le había dejado una pistola que la usaría si algún día un ladrón ingresaba a su domicilio para robarle. Tenía terror de que le hicieran algo”, destacó Susana Juárez.

Pocos datos

Sobre el joven fallecido poco se sabe. Los vecinos aseguran que es muy probable que haya estado en situación de calle y que ocasionalmente se quedaba a dormir en el cuarto de la pensión de Giulano. “A veces se lo veía dando vuelta por aquí, pero no siempre. Creo que este es otro de los chicos que se instalan por aquí para comprar y consumir drogas”, opinó Mario.

El fiscal López Bustos, al confirmar las versiones que había dado la víctima, al estar identificada y por no contar con antecedentes, decidió que continúe el proceso en libertad. Con el resultado de las pericias que ordenó realizar definirá si le imputa el delito de exceso en la legítima defensa. “Habrá que estudiar bien el caso, pero por el momento no hay nada extraño. Después veremos los pasos procesales, ya que por su edad no debería estar privada de su libertad”, comentó una fuente de tribunales.

Desgracia

Los vecinos se mostraron preocupados por la suerte de la mujer. “Es una persona mayor, muy vulnerable y ahora le tocó vivir este momento. La gente de la cuadra nos solidarizamos con ella”, agregó Mario. Los investigadores, al buscar testimonios, se encontraron con un manto de silencio. “Primero hubo muchas personas que no querían saber nada con ser entrevistadas, pero después, al hacerles entender que si no se confirmaba su versión, la terminaron ayudando. Recién ahí comenzaron a contar lo que había sucedido”, destacó.

María Laura Décima salió en defensa de su vecina. “Acá estamos abandonados a la buena de Dios. Las personas mayores y las jovencitas son blanco de los arrebatos y de los asaltos. La entiendo. Se debe haber asustado mucho y reaccionó como pudo”, argumentó.

“El problema no es lo que vivió, sino lo que vivirá. Seguramente en los próximos días vendrán los amigos y familiares del chico asesinado a buscar vengarse. Se la van a agarrar con ella. Espero que la protejan porque quedó muy expuesta”, expresó Gustavo Molina. El planteo de este habitante de Villa Alem se resumió en un pedido de la mujer que puede ser acusada de haberse excedido en defenderse: les preguntó a las autoridades cuándo le podrían devolver el arma que disparó.

Estadísticas: en Tucumán aumentan los crímines vinculados a la inseguridad

En nuestra provincia se registraron ocho homicidios, de los cuales cuatro fueron por hechos de inseguridad. El 14 de enero, Maximiliano Alexis Jiménez perdió la vida cuando intentó robarle la moto al policía Carlos Gerardo Alcaraz que también resultó herido y murió el sábado al mediodía.

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Fernando Soria falleció como consecuencia de la golpiza que recibió cuando dos desconocidos intentaron robarle la motocicleta en la que se desplazaba por Olleros al 600.

El jueves, después de agonizar durante más de 24 horas, Mauro Nicolás Burela falleció después de haber sido herido por un policía en un supuesto enfrentamiento. La familia denunció que se trató de un nuevo caso de gatillo fácil y anunció que hará las gestiones necesarias en la Justicia para que se profundizara la investigación del caso.

La muerte del tal “Franco”, es el último caso registrado. Los primeros indicios de la investigación dan cuenta que el joven, cuya identidad y edad aún se desconocen, habría intentado robarle a la mujer de 77 que lo ultimó de un balazo en el pecho.

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