Cartas de lectores II: malestar y las rebeliones

Cartas de lectores II: malestar y las rebeliones

04 Enero 2024

Componer relojes es un oficio fino y delicado. La única manera de realizar bien una labor así es entregándose en cuerpo y alma a la pulsión de vida. Un relojero que ama su trabajo lo realiza muy bien, y armoniosamente. Ahora imaginemos que a un hombre así, poco a poco, su jefe le va a agregando más trabajo y exigencias. En esas condiciones el relojero se comenzaría a impacientar, y le disminuiría la armonía. La pulsión de muerte se iría apoderando del otrora apacible relojero. Hasta que, al final, frente al constante sentimiento de frustración, su oficio se transformaría en un padecimiento. Y un día, el sujeto, enajenado en ese proceso, podría estallar en una crisis, patear el tablero y maldecir a su jefe. En esta era de la exageración, en nuestra aldea global, una creciente proporción de las personas, al igual que el relojero del ejemplo, vive incitada y excitada por el océano de estímulos más fantástico que el ser humano haya creado. A ello hay que sumarle las progresivas demandas y exigencias de toda índole a que está sometido el hombre actual. Este excesivo combo logra enajenar a una progresiva porción de individuos, provocando un cambio en el signo pulsional que los impulsa. De esa manera, la pulsión de vida estaría cediendo su lugar a su contraria y las conductas irascibles y destructivas ganarían terreno. Entonces, los afectados, desbordados por sus pulsiones, se angustian o están más proclives a enfermar, pero también salen a la calle a protestar. El odio y la agresión hoy se pueden expresar sin tapujos y multiplicarse velozmente entre millones de personas de ideas parecidas a través de las redes sociales. Lo fáctico parece confirmar nuestra apreciación. En diferentes países una ola de rebeliones ciudadanas se expande por el globo.

Jorge Ballario

Marcos Juárez (Córdoba)

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios