Cartas de Lectores II: Infatigable Balzac

Cartas de Lectores II: Infatigable Balzac

19 Diciembre 2023

Son numerosos e interminables los apuntes relacionados a la azarosa vida privada e incansable y extenuante actividad literaria de aquel genio del siglo XIX llamado Honoré de Balzac. Nada más exacto e innegable que el epígrafe que encabeza la nota en LA GACETA Literaria del 19/11. Un verdadero cautivo de los excesos, viviendo en demasía una disipada existencia. Enamorado del título de la nota debido a la fogosidad que demandaba su dinamismo y su fenomenal energía, no pude resistir el deseo de sumarme a la descripción del monumental fresco balzaquiano que nos presenta la tragedia burguesa del dinero, la pasión y el poder. Reafirmando en condición de prisionero de la escritura, debido al cúmulo de compromisos que asumía terminaba cautivo de las presiones editoriales por incumplimientos contractuales. Por infringir una obligación con una editora, tuvo que remeterse a un ingente trabajo de escritura. La agotadora labor alteraba y comprimía sus facultades, sometido a un tiempo de 15 horas diarias desde el amanecer hasta la hora de la cena sin tomar más que café aguado, le participaba en sus misivas a la condesa Hanska, que fue su amor por más de 18 años y se convirtió en su esposa cinco meses antes de su muerte. Otra anécdota que puebla sus inquietas y risueñas andanzas es su relación con el sastre Buisson, con quien mantenía grandes deudas que cancelaba nombrándolo en sus novelas. Al concluir una de sus extensas y agobiantes novelas, “Las ilusiones perdidas”, le dedicaba la misma a otro grande de las letras, el excelso Víctor Hugo, deseando que su afamado nombre contribuyera a la victoria de esta obra que le dedicaba. Necesitaba el apoyo del poeta francés, ya que su mérito literario no era reconocido en vida. Sus obras no pagaban sus deudas, siendo tan apremiantes que usaba muchas veces el nombre falso de Monsieur Brugnol; de allí viene la famosa puerta secreta que le servía de escape de sus acreedores. Al escribir el prólogo de la “Comedia humana”, confiesa que la modestia es atributo de los autores prolíficos, identificándose con la zoología del naturalista Buffón, convencido de que la sociedad imita a la naturaleza, dado que existen especies sociales como hay especies zoológicas. Al elaborar la “Comedia humana” en base a un ciclo de decenas de novelas describiendo exhaustivamente la sociedad francesa de su tiempo, alcanzaba, según su famosa frase a hacerle “la competencia al registro civil”.

Alfonso Giacobbe

24 de Septiembre 290

San Miguel de Tucumán

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