Cartas de lectores: de Montesquieu a Milei

Cartas de lectores: de Montesquieu a Milei

08 Diciembre 2023

Jurista y filósofo francés, enmarcado dentro del movimiento llamado de la Ilustración, fue considerado uno de los pensadores más influyentes en el seno de la historia de las doctrinas políticas. Se llamaba: Charles Louis de Secondat, mejor conocido como el Barón de Montesquieu (1689 – 1755). Y ¿quién fue Montesquieu? Pues bien, fundamentalmente el que redactó la obra “El Espíritu de las leyes” (1748) en la que desarrolló su teoría de la separación de los Poderes del Estado, inspirado en la historia de la Antigua Roma, rechazando el despotismo, e interesándose por las instituciones y las cuestiones de los ciudadanos. Cuando lo escribió, en una época monárquica durante los reinados de Luis XIV y XV, él defendió su tesis que “Era necesario que el poder detuviera al poder”, y que “Todo se perdía si el mismo hombre, o cuerpo ejercían los 3 poderes: el que había redactado las leyes, el mismo las ejecutaba y luego juzgaba”. Concluyó en “El Espíritu de las leyes” que la separación de poderes era imprescindible para garantizar tanto el equilibrio entre los mismos, como los derechos y las libertades de las personas. En nuestro país, en la historia reciente, hemos asistido y visto cómo desde el Poder Ejecutivo se acometió contra el Poder Judicial y la Corte Suprema, o cómo la legislatura llego a funcionar casi como una “escribanía” del Poder Ejecutivo, perdiendo su imprescindible independencia. Como vemos el Barón de Montesquieu no perdió vigencia, a pesar de haber transcurrido casi 3 siglos desde sus sabios conceptos, postulados y advertencias. Pensemos, por un instante que, en nuestro país, se inicia con el nuevo gobierno una etapa distinta, tal vez con mayor institucionalidad, mayor republicanismo y vigencia plena del Estado de Derecho con separación de los poderes y que ellos habrán de funcionar de manera autónoma e independiente entre sí, cualidad fundamental de la democracia representativa. El gran Montesquieu no pudo disfrutar en vida de los laureles de su éxito, ya que a pesar de que no publicó con su nombre “El Espíritu de las leyes”, el mismo fue condenado por la Sorbona y prohibido en Roma, y el 10 de febrero de 1755, casi ciego, falleció en París. Pero nos dejó su valioso legado, y aunque los pensadores de la libertad han sido muchas veces desconocidos en nuestra Patria, recordemos que cuando aplicamos las ideas de la libertad fue la única etapa de prosperidad y estabilidad de Argentina, como la concibió Juan Bautista Alberdi, nuestro padre de la Constitución Nacional: “El comprovinciano ilustre”. Así, entonces, como Leonard Read, nos podremos preguntar a nosotros mismos: “¿Por qué no ensayar ahora la libertad?”

Juan L. Marcotullio   


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