De Tafí del Valle a Times Square. El vuelo sagrado del Inti Raymi
Galería 30 fotosEn el solsticio de invierno en el hemisferio sur; y en el de verano en el hemisferio norte, sucede el día más corto y la noche más larga del año. Es el tiempo de testimoniarle al Dios Inti (Sol) , la eternidad y total entrega de sus hijos con sumisión y respeto.
Hace más de seis siglos, el Inka Pachakuteq instituyó la fiesta al Dios Sol (Inti Raymi) en el Cusco, Perú. Fiesta que en su versión contemporánea, desde el 24 de Junio de 1944, se extendió a todo el mundo.
LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
El ritual, que permaneció vivo durante toda la noche, se realizó en la reserva arqueológica del barrio Malvinas de Tafí del Valle. Es una de las zonas a las que más tarde llegan los rayos del sol, por lo que la ceremonia se extendió hasta pasadas las 8.30 de la mañana. Además de los representantes de los pueblos indígenas, asistieron algunos interesados de Salta, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja y Buenos Aires. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
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ANTES DEL AMANECER. En la reserva arqueológica del barrio Malvinas de Tafí del Valle se organizaron dos fogatas. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
La noche más larga del año es momento de reflexión, de pensar en todo lo bueno y todo lo malo que ha pasado el año que se va y también es momento de compartir, no sólo el yerbiao y el vino patero, sino los logros y los fracasos del año que se despide. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
"La música es sanadora, la música es sanadora. Hagan sonar esas cajas y esos bombos. Canten todos una zamba, una chacarera y si quieren, por qué no, una de los Beatles. Todo es música", invitaba el maestro de ceremonia alrededor de la fogata. La joven amaicheña Sullka, tomó la iniciativa y con su manos zurda y su voz acariciada por el aguardiente, le dio calor a la noche helada de Tafí del Valle.
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La noche más larga pasó volando y se apagó cuando el sol comenzó a mostrar sus alas desde los cerros nevados. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
"En nuestra lengua cacán, este momento se conoce como 'El vuelo sagrado del sol'. A partir de ahora, el cóndor comienza su vuelo que durará 13 meses", explicó la maestra de ceremonia. Las cajas y los bombos se callaron ante la salida del dios sol. Con las manos en alto, los presentes trataron de guiar sus rayos hacia su interior. Después de una noche en la que el termómetro se precipitó hasta los tres grados bajo cero, la sangre de los cuerpos y de la tierra volvía a fluir.
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Wayra, una de las mujeres encargadas de llevar adelante la ceremonia, llegó desde la ciudad sagrada de Quilmes y junto a su compañero Guanco, abrieron sus manos para recibir al nuevo sol. "Llegó limpio, primero blanco y después mostró sus siete colores. Eso nos anticipa que será un año complicado en el tema del clima, con muchos cambios, un verano seco y muy caluroso". LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
El sol desplegó sus alas tras una larga noche de ritos. En Tafí del Valle, la unión de pueblos diaguitas celebró el inicio del invierno y el Año Nuevo. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
Tras toda una noche de vela, fogata y frío -la temperatura alcanzó los -3°- el "tata inti" llegó para calentar los cuerpos y llenar las almas de energía. LA GACETA / Foto de Osvaldo Ripoll
El We Tripantu la nueva salida del sol, representa el momento exacto en que el sol o Antü aparece por el puelmapu (oriente), dando paso al nuevo ciclo de vida en la naturaleza o el Año Nuevo, de acuerdo a la cosmovisión mapuche. Foto: Pepe Delloro/Telam
Representantes de pueblos originarios de distintas regiones del continente y nuestro país esperaron con los brazos en alto la salida del Tata Inti (el
sol) en el comienzo del año 5521 del Willkakuti (el retorno) al pie de la réplica del templo de Kalasasaya que la organización Tupac Amaru levantó en su barrio en Alto Comedero.
Foto Télam
Indígenas aymaras bolivianos suben la montaña Pajchiri al encuentro del sol en la cumbre. REUTERS / David Mercado
Fetos de llama como parte de las ofrendas durante las celebraciones de despedida del año viejo Aymara en La Paz, Bolivia. El solsticio de invierno coincide con el Año Nuevo Aymara que comienza el viernes. REUTERS / David Mercado
Casas en miniatura, dinero y sapos se ofrendan en la montaña Pajchiri, al norte de La Paz. REUTERS / David Mercado
Macedonios celebran el solsticio de verano en el Kokino (observatorio megalítica). En la ciudad noroccidental de Kumanovo, 70 kilometros al norte de la capital de Skopje. REUTERS / Ognen Teofilovski
Aunque el sol no salió en el monumento Stonehenge en Salisbury Plain, en el sur de Inglaterra. Stonehenge se celebró el solsticio de verano - el día más largo del año en el hemisferio norte - y que atrae a miles de personas. REUTERS / Kieran Doherty
Los druidas, una orden religiosa pagana que data de Gran Bretaña céltica, creen que Stonehenge fue un centro de espiritismo hace más de 2.000 años. REUTERS / Kieran Doherty
"Solsticio en Times Square" La gente recibió el sol con una práctica de yoga. El evento el viernes reunió miles de participantes para celebrar el día más largo del año en Nueva York. REUTERS / Lucas Jackson
Unas 1.200 colchonetas de yoga fueron distribuidas gratuitamente para la ocasión, y los espacios peatonales de Times Square fueron completamente ocupados.. REUTERS / Lucas Jackson
Unas 1.200 colchonetas de yoga fueron distribuidas gratuitamente para la ocasión, y los espacios peatonales de Times Square fueron completamente ocupados.
Los “yoguis” realizaron la actividad física y mental bajo el rayo de luz del solsticio de verano. REUTERS / Lucas Jackson
LLegaron silenciosamente e invadieron Times Square, el corazón de Manhattan. REUTERS / Lucas Jackson
Estas clases gratuitas, impartidas en el lugar más frenético de Manhattan, comenzaron temprano en la mañana y se extendieron hasta el atardecer. REUTERS / Lucas Jackson