Al año de vida conoció el mundo de los sonidos

Al año de vida conoció el mundo de los sonidos

Candelaria no reaccionaba ante ningún estímulo auditivo; ahora comenzó a balbucear y le encanta bailar. La operaron hace 8 meses.

DULCE Y SIMPATICA. En el oído derecho Candelaria lleva el implante que la sacó del silencio absoluto y la conectó con la sinfonía de la vida. DULCE Y SIMPATICA. En el oído derecho Candelaria lleva el implante que la sacó del silencio absoluto y la conectó con la sinfonía de la vida.
23 Junio 2002
Los odontólogos Carolina Nucci y Hugo Jovanovics forman una hermosa pareja. Hace tres años y medio, cuando nació Camila, fueron padres por primera vez y ese fruto del amor los colmó de dicha. No pasó mucho cuando se enteraron de que otro hijo venía en camino. Lo esperaron con el mismo entusiasmo y amor que a Camila. Hace un año y ocho meses, en un sanatorio privado, llegó a este mundo Candelaria.
Todo fue felicidad y color de rosa en el hogar de los Jovanovics, hasta que un día la falta absoluta de respuesta de Candelaria encendió la sospecha. Tenía 9 meses cuando un otorrinolaringólogo le realizó un estudio simple, que duró 10 minutos.
El diagnóstico fue como una cachetada para los padres. "El médico nos informó que nuestra hija tenía hipoacusia profunda bilateral congénita. Desde entonces -narró Carolina- no paramos un instante. Todos los estudios realizados en Buenos Aires indicaban que tenía intacto el nervio auditivo y bien formada la parte ósea de la cóclea, pero había nacido sin las células ciliares que son las que transmiten el impulso del sonido al cerebro".
Gracias a la versión pediátrica del implante coclear y a que sus altos costos fueron asumidos por la obra social (ASUNT), los Jovanovics lograron operar a Candelaria en la Fundación Arauz, en Buenos Aires. La beba estaba internada cuando cumplió sus 12 meses de vida, en octubre de 2001.
Desde entonces, Candelaria comenzó a descubrir el mundo de los sonidos y, gracias a ellos está aprendiendo a conectarse con sus seres queridos y con todo lo que la rodea. En una palabra, está descubriendo esa gran sinfonía que es la vida misma.
"Nosotros decidimos contarles a ustedes la historia de Candelaria después de leer el Suplemento de Salud de LA GACETA del miércoles pasado. Nunca habíamos leído una nota tan clara y completa sobre el implante coclear, y eso que nosotros tuvimos que estudiar mucho sobre el tema. Es más, nos gustaría que saquen otra nota, brindando más información, haciendo hincapié en que los niños hipoacúsicos profundos o sordos tienen posibilidades de escuchar, y que cuanto más temprano se detecte la afección, mejores serán los resultados... Que los padres no pierdan el tiempo que perdimos nosotros, por negligencia médica...", reiteró la madre.
Mientras transcurría la charla con nuestro diario, Candelaria cerró una y otra vez -con fuerza- la puerta de la sala, imitaba a la periodista con el grabador, se reía y hasta simulaba tocar el bombo en una mesa pequeña.
"Aunque les parezca increíble, le encanta la música. Maneja el minicomponente, pone los CD y baila al ritmo de la música. Hoy (por el viernes) fue la estrella en el jardín de infantes. Fue la única que bailó sin parar un instante", comentó la feliz mamá.

Ayuda solidaria
Carolina Nucci es hoy representante en Tucumán de la Asociación de Implantados Cocleares en la Argentina (AICA). Además de brindar información a los padres con niños hipoacúsicos, los guía sobre los estudios que deben hacer a sus hijos y los lugares donde realizan los implantes en el país. Por más información, llamar al teléfono 424-1537.

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