30 Noviembre 2007
ULTIMO esfuerzo. Estudiantes, políticos y gente común recorre la céntrica avenida Bolívar, en Caracas. REUTERS
CARACAS.- Decenas de miles de personas marcharon ayer por Caracas enarbolando el “No” a la reforma constitucional que impulsa el presidente, Hugo Chávez, que entre otras cosas le permitiría ser reelecto indefinidamente. El multitudinario y colorido acto de cierre de campaña de la oposición con vistas al referéndum del domingo, en el que los venezolanos decidirán sobre la enmienda, culminó en una avenida céntrica de Caracas, donde Chávez hará hoy su acto de cierre por el “Sí”.
“Vamos, que llenamos la avenida Bolívar”, gritaban estudiantes en la marcha, orgullosos de volver a concentrarse en un sitio que es bastión chavista, donde el oficialismo suele realizar actos y mercados populares. Algunos vestían remeras rojas, el color característico de los chavistas, pero con un gran “No” estampado en el frente. “Que el domingo vaya todo el mundo a votar en paz, sin violencia. Y que se respete el resultado”, pidió ante la multitud el alcalde opositor Henrique Capriles, desde una tarima. Y acto seguido advirtió: “si se pretende hacer trampa, pues el pueblo saldrá a la calle a defender su voto, a defender nuestro país, a defender lo que creemos”.
Interés creciente
Chávez está en una furiosa campaña por el “Sí” a la reforma. Los analistas dicen que todo dependerá de la capacidad de ambos bandos de movilizar a sus electores. Según observadores, la convocatoria de la oposición ha sido exitosa. Por otra parte, el debate que se ha instalado en el país en los últimos días ha movilizado a muchos abstencionistas, que ahora piensan ir a las urnas el domingo. No obstante, el “comandante” asegura que triunfará con al menos 10 puntos porcentuales de diferencia y que sus enemigos planifican desconocer su victoria y lanzarse a las guarimbas -disturbios callejeros- para desestabilizar el país. Chávez, un ex militar de 53 años, asegura que la reforma a la Carta Magna es imprescindible para darle “rumbo y ritmo al socialismo del siglo XXI”, y para transferirle mayor poder al pueblo. Entre las principales modificaciones que contempla su propuesta figuran la reelección indefinida, la ampliación del mandato presidencial de seis a siete años y la reducción de la jornada laboral.
Asimismo, plantea otorgar seguridad social para millones de empleados del sector informal en este país petrolero, garantizar diferentes tipos de propiedad según su función social y darle al presidente el manejo de las reservas internacionales del Banco Central, al que le será eliminada su autonomía. (Reuter)
“Vamos, que llenamos la avenida Bolívar”, gritaban estudiantes en la marcha, orgullosos de volver a concentrarse en un sitio que es bastión chavista, donde el oficialismo suele realizar actos y mercados populares. Algunos vestían remeras rojas, el color característico de los chavistas, pero con un gran “No” estampado en el frente. “Que el domingo vaya todo el mundo a votar en paz, sin violencia. Y que se respete el resultado”, pidió ante la multitud el alcalde opositor Henrique Capriles, desde una tarima. Y acto seguido advirtió: “si se pretende hacer trampa, pues el pueblo saldrá a la calle a defender su voto, a defender nuestro país, a defender lo que creemos”.
Interés creciente
Chávez está en una furiosa campaña por el “Sí” a la reforma. Los analistas dicen que todo dependerá de la capacidad de ambos bandos de movilizar a sus electores. Según observadores, la convocatoria de la oposición ha sido exitosa. Por otra parte, el debate que se ha instalado en el país en los últimos días ha movilizado a muchos abstencionistas, que ahora piensan ir a las urnas el domingo. No obstante, el “comandante” asegura que triunfará con al menos 10 puntos porcentuales de diferencia y que sus enemigos planifican desconocer su victoria y lanzarse a las guarimbas -disturbios callejeros- para desestabilizar el país. Chávez, un ex militar de 53 años, asegura que la reforma a la Carta Magna es imprescindible para darle “rumbo y ritmo al socialismo del siglo XXI”, y para transferirle mayor poder al pueblo. Entre las principales modificaciones que contempla su propuesta figuran la reelección indefinida, la ampliación del mandato presidencial de seis a siete años y la reducción de la jornada laboral.
Asimismo, plantea otorgar seguridad social para millones de empleados del sector informal en este país petrolero, garantizar diferentes tipos de propiedad según su función social y darle al presidente el manejo de las reservas internacionales del Banco Central, al que le será eliminada su autonomía. (Reuter)
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