Proponen que en las escuelas los chicos tengan su libro de lectura

Proponen que en las escuelas los chicos tengan su libro de lectura

Feria del Libro infantil y juvenil. Según Ferraro, hay que crear un vínculo personal con los textos.

CLAVE. Ferraro dice que a los chicos les encantan los cuentos de miedo. LA GACETA / ANTONIO FERRONI CLAVE. Ferraro dice que a los chicos les encantan los cuentos de miedo. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
18 Octubre 2007
“Para volver al hábito de la lectura es necesario crear en nuestros niños un vínculo personal con los libros. Actualmente no existe una naturalidad en la relación de los chicos con los textos mantienen solamente un vínculo académico”.
La reflexión es del narrador Claudio Ferraro, quien relata cuentos en la II Feria Provincial del Libro: “Las lecturas en la Infancia”.
El espacio “Cuentos de terror para asustarse en familia” es uno de los favoritos de los que visitan la muestra que se desarrolla en el Shopping del Jardín, en la Estación Central.
“Hago adaptaciones de cuentos y los relato. A los chicos les fascinan las historias de terror, lo sangriento, lo insólito y lo desconocido. Yo les hablo de ese terror sutil, el que es sugerido. Les encantan las sombras, el suspenso. Se asustan, pero les gusta. ¿Por qué? Quizá porque a través el miedo se pueden exorcizar los demonios”, comentó el experto.
El narrador define al miedo con una explicación del escritor Stephen King. “Estás una noche en tu casa. Hace calor, estás acostado y decidís dormir destapado. Pero el solo hecho de pensar que una mano desde abajo de la cama puede agarrarte el pie, te obliga a dormir tapado”, relató.
Ferraro considera que hay una recuperación de la lectura entre los chicos más pequeños, que están acostumbrados a que los mayores les relaten historias. “Pero los adolescentes y jóvenes ya casi no reciben estimulación con los libros”, explicó.
Añadió que la clave para “enganchar” a los chicos con la lectura está en qué se les cuenta y de qué forma. “Para volver a la lectura hay que regresar al relato, que es un estimulante. Hay muchas historias que pueden atrapar a los chicos más grandes, hasta Caperucita Roja. Todo depende de cómo se les transmitan estos textos”, consideró el narrador, que no utiliza ni música ni escenografía; sólo usa su voz para atraer el público.
Ferraro consideró que también es necesario un regreso a la costumbre de visitar la biblioteca, donde se deben generar ámbitos de lectura.
“En las escuelas, los chicos ya no tienen su libro de lectura. Ese que se usaba cuando venía el director y nos tomaba lectura”, rememoró.
Esta es la quinta vez que el especialista, que también cuenta historias para adultos, visita la provincia para participar en programas de lectura para chicos.