La Iglesia católica pidió que Hussein no sea colgado

La Iglesia católica pidió que Hussein no sea colgado

05 Noviembre 2006
CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano y autoridades de la Iglesia Católica dijeron el domingo que el ex líder iraquí Saddam Hussein no debería ser colgado, incluso si ha cometido crímenes contra la humanidad, porque cada vida es sagrada.

El cardenal Renato Martino, jefe del Consejo del Vaticano para la Paz y Justicia, dijo que llevar a cabo la sentencia de muerte en la horca sería una acción de venganza injustificada.

"Para mí, castigar un crimen con otro crimen -lo cual es la matanza por venganza- significaría que todavía estamos en el punto de demandar un ojo por ojo, diente por diente", dijo Martino según declaraciones reproducidas por la agencia de noticias italiana Ansa.

"Desafortunadamente, Irak es sólo uno de los pocos países que no han hecho la decisión civilizada de abolir la pena capital", dijo Martino, ministro de Justicia del Papa.

Martino generó malestar dentro del gobierno de Estados Unidos hace tres años cuando dijo que las tropas estadounidenses habían tratado a Saddam "como una vaca" al momento de su captura.

La doctrina de la Iglesia Católica están en contra de la pena de muerte excepto en las circunstancias más extremas, argumentando que la sociedad moderna tiene todos los medios necesarios para enjuiciar a un criminal por el resto de su vida sin tener que recurrir a la pena capital.

El sacerdote jesuita Michele Simone, subdirector del periódico jesuita aprobado por el vaticano Civilta Cattolica, dijo que oponerse a la pena capital para Saddam no significaba aceptar lo que él había hecho.

"Ciertamente, la situación en Irak no será resulta con esta sentencia de muerte. Muchos católicos, yo incluido, están en contra de la pena de muerte por una cuestión de principios", dijo a la radio del Vaticano.

"Incluso en una situación como Irak, donde hay cientos de sentencias de muerte de facto todos los días, agregar otra muerte al conteo no servirá de nada", dijo Simone.

"En la mentalidad común de los iraquíes, no llevar a cabo la sentencia de muerte (a Saddam), incluso por razones de política interna, podría ser interpretado como un privilegio, porque las muertes son tan comunes todos los días", dijo Simone.

"Pero salvar una vida -la cual no significa aceptar todo lo que Saddam Hussein ha hecho- es siempre algo positivo", dijo. (Reuter)

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