Cartas de lectores

Venta de acciones del banco 

La Constitución de Tucumán, tal como fue confeccionada, mal que nos pese sancionada, entre otros, por 14 legisladores que a la vez fueron convencionales (una dualidad imposible de aceptar honradamente) tiene en su artículo 12 una precisión: “Toda enajenación de bienes fiscales y cualquier otro contrato susceptible de licitación, deberá hacerse precisamente en esta forma, salvo el caso en que la Legislatura o la Municipalidad resolviesen lo contrario, por razones especiales reclamadas por el bien público”. Y, ahora, una mayoría automática de “levanta manos” en la Legislatura le dice sí al gobernador, Juan Manzur, para que venda por el precio que quiera (ya lo fijó) el 10% de las acciones de la Provincia en el Banco del Tucumán. No puede vender a ningún precio y a nadie, arbitrariamente. Conservar esas acciones es tener un mínimo control, si se quiere, sobre el banco que se ocupa de hacer el negocio de ente financiero de la Provincia. ¡Hay leyes y leyes! Ésta es una de las que seguramente caerá con un simple y oportuno planteo de inconstitucionalidad. 

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Carlos Duguech
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Día de la Independencia (I) 

Doscientos dos años de Independencia ¿de todo poder externo?, jurados un 9 de Julio de 1816 son mucho más que el cumplimiento de un acto o el cumpleaños del comienzo de una ilusión de ser un país libre de toda dominación. Es también el deseo de un pueblo de seguir un camino de coherencia, crecimiento, legalidad y, porqué no decirlo, de esperanza también. ¿Esperanza de qué? En primer lugar, de tener autonomía moral política. Es éste un proceso del que todos somos responsables de elegir libremente la ruta que queremos que transite nuestro país, que puede ser modificada o no, pero siempre debe ser libre. Y ello es debido a que la creencia puede ser modificada con los años y la experiencia, pero adquiere moralidad a través de la decisión autónoma, personal, no dirigida desde fuera por otros hombres que pudieran detentar otros valores. Hoy, el componente fundamental de nuestro futuro como país, además de la moralidad y la libertad, es la esperanza, que es la creencia en que todo lo que deseamos, solamente podrá convertirse en realidad si estamos convencidos que puede ser logrado lo que buscamos y que ello será producto de nuestro propio esfuerzo. La segunda razón para la concreción de la esperanza es el optimismo, la creencia en que lograremos que nuestra ilusión suceda. No hay esperanza sin optimismo, ella muestra la necesidad de la existencia de un futuro mejor y una cosa es siempre parte de la otra, es decir que se piensa con esperanza que el cambio se va a dar al mismo tiempo que se espera con optimismo, cualidad que siempre mora en la primera; de lo contrario, solamente se trataría de un juego de azar a cara o ceca, situación de jugadores y de hombres tímidos y desilusionados, no de ciudadanos responsables y esperanzados. Hoy el protagonista es la esperanza y la debemos cuidar como un bien preciso que debe ser preservada de la depredación a la que aspiran todavía muchos políticos descalificados de nuestro país, y que deben ser derrotados por la vía del voto libre y responsable de todo ciudadano responsable y moral, único camino que debe existir si queremos tener un país serio, ordenado, ético y responsable para con todos sus ciudadanos y, especialmente, los pobres, destino de nuestro accionar.

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Armando Pérez de Nucci
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Día de la Independencia (II) 

Espero que los argentinos, por lo menos una vez, festejemos un 9 de Julio con patriotismo y lealtad a nuestros próceres de aquella fecha clave, donde se gestó el Día de nuestra Independencia, y que nosotros, como tucumanos, demos el ejemplo embanderando la ciudad y recibiendo a nuestro Presidente, respetando su protocolo y, por sobre todo, su investidura como primer mandatario. Vivamos con júbilo un aniversario más, dándole el brillo cívico de una verdadera fiesta patria, sin distinciones de colores políticos u otra distorsión personal que opaquen estos festejos. Que la celeste y blanco, sean los emblemáticos colores que nos representen... ¡Viva la Patria!

Daniel Francisco Leccese
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Encuestas

Más allá de si el resultado de las encuestas es o no objetivo, su influencia en el rumbo ya incierto de la Argentina es preocupante. Con una pérdida de popularidad manifiesta, el riesgo de que medidas populistas sean implementadas en función de recuperar y ganar nuevos adeptos en otros nichos sociales huérfanos, que permitan un repunte en la cabizbaja imagen presidencial de caras a 2019, debería poner en alerta a algunos fanáticos que creen ver en el actual presidente argentino la imagen del republicanismo liberal. Muy lejos de serlo, con sesgadas libertades cívicas y de expresión, con un mega Estado que amenaza fagocitarse a sus ciudadanos antes, que reducirse y una división de poderes de dudosa existencia, la actual gestión de gobierno ha obrado puerilmente y obtiene malas notas de sus otrora votantes. Mes a mes las encuestas evidencian un patrón de opinión popular y una tendencia de elección futura. Si ha de priorizarse la intención de continuidad del “modelo” -hasta hoy no enunciado-, seguramente presenciemos, en breve, el nacimiento de un novel populismo regido por la imagen, la única que es capaz de disimular opuestos y dotar de algún contenido a lo que no lo tiene.

Karina Zerillo Cazzaro
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Lagartos en Tucumán 

Ante la noticia de haberse encontrado, otra vez, un caimán por la zona de Santa Bárbara y, denunciado algunos avistajes más al Sur de nuestra provincia en un artículo de LA GACETA, con precisiones de un distinguido especialista en la materia, me aflora el recuerdo de un relato del prestigioso naturalista Germán Burmeister, autor de los interesantes capítulos sobre Tucumán en 1859, publicado en la Universidad en ocasión del Centenario del Congreso de Tucumán de 1816. Vale aclarar que con especial y singular mirada, el naturalista habla de “lagartos”. Y dice, en la pág. 95, que tras haber partido de Monteros y atravesar el río Seco “cruzando una loma para internarnos en un bosque que teníamos enfrente, veíamos desde la altura una calle derecha, sobre la cual descansaban varios grandes lagartos (Salvator Merianae Dum. Bibr.), al lado de charcos de agua de lluvia y que estaban parcialmente enardecidos por la embriaguez amorosa. Nuestra aparición repentina los perturbó; todos desaparecieron en los matorrales próximos”. Entiendo que los especímenes del relato de 1859, en absoluto son los mismos que los ejemplares de “Caiman latirostris” de que se trata el artículo, no sólo por sus denominaciones, sino por su características morfológicas y de especie. Ahora bien, sería más que interesante para un lector desprevenido, conocer las diferencias entre estos y aquellos, que sin duda conviene sean explicados por especialistas y, no por un mero lector como yo de libros tan queridos en nuestros hogares. Creo que solo conociendo más nuestra rica historia, natural y humana, descripta y alabada por tantos viajeros ilustres, lograremos valorar y adquirir identidad de provincia patricia que merecemos. Valga entonces, a días del 9 de Julio, recordarles y reiterar a Tucumán como ¡Cuna de la Independencia y Jardín de la República! 

Manuel Sancho Miñano
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Turistas y basurales 

Los ambientalistas reiteramos al Intendente de la Capital y al titular del Ente de Turismo que primero se tiene una ciudad limpia, y luego se promocionan las bondades que se brindan. Ya estamos en vacaciones de invierno y muchas delegaciones se aprestan a visitarnos; vendrán en micros, los cuales deberán pasar indefectiblemente por la avenida de Circunvalación y pasando el Mercofrut los turistas podrán ver la primer maravilla tucumana, la primer montaña hecha por el hombre, un cúmulo de basurales de años. Tucumán, la primer provincia con una montaña artificial de basura. Pasado esto, los turistas se van a una entrada a la ciudad deplorable e indigna para una provincia con historia de la Patria misma. Bajar de un avión en el Aeropuerto Internacional y pasar por el Puente Barros, es una invitación para irse a otra ciudad. Entrar a la ciudad nos inunda visual y olfativamente la cantidad de basurales, que muestra a las claras el “fracaso del proyecto Basurales Cero”. Las aguas podridas de las cloacas, eso sí deberán sortear los turistas; tal vez, si uno tiene suerte, puede salvarse de que un auto no los salpique. No se puede promocionar turismo si no se tiene una ciudad limpia. Las cosas entran por los ojos, y aquí en Tucumán también por la nariz, con el aporte de las citrícolas y los ingenios, que siguen su derrotero de dañar el medio ambiente, tirando sus efluentes crudos. Muchas propagandas, pero la crítica de los turistas es una sola: “Tucumán está muy sucia”. Perdón. !Estamos mintiendo los ambientalistas, estamos faltando a la verdad! ¡Injuriamos! No somos enemigos de nadie, solo pedimos que se limpie y que se tome la famosa decisión política en materia ambiental.

Pedro Martínez
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Vacaciones de invierno 

Ante el inminente comienzo de las vacaciones de invierno para el alumnado, creo que es necesario aclarar que las mismas no significan más que un receso escolar, puesto que la vida continúa y no se detiene el proceso de educar. Esto implica el compromiso de los padres de los niños más pequeños, especialmente, quienes deberían programar para sus hijos tareas de lectura, pintura, momentos de diálogo, manualidades y entretenimientos, que los mantengan despiertos y en casa, sin abusar de la cama, la calle, la computadora, ni los celulares, que si bien no son malos, no ayudan lo suficiente para la necesaria educación que ellos requieren.

Daniel E. Chávez
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Los argentinos y la realidad 

Argentina, potencial e integralmente es uno de los países más ricos de la tierra. Entonces, ¿por qué siempre estamos tan mal? Porque no valoramos lo que tenemos y no somos tal cual deberíamos ser, dejando todo librado a lo casual. Somos un barco a la deriva. Ahora, desesperados, buscamos más millones de dólares. ¿Para qué? Para compensar los millones, que también se pierden a diario. ¿Pobreza cero? No supieron atender los sistemáticos reclamos devenidos de distintas áreas. Nadie debe dudar: estamos en caída libre. Pocas veces nuestro país estuvo tan acorralado como ahora. Macri debería tener el coraje de pedirle la renuncia a sus ministros y formar un gobierno de coalición y llamar, con verdad y humildad, a un gran pacto nacional. ¡Al País lo salvamos entre todos o no lo salva nadie!

Héctor Leonardo Bravo
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