La escuela Braille ayuda a los ciegos a insertarse en el mundo

La escuela Braille ayuda a los ciegos a insertarse en el mundo

El edificio, que alberga a 67 alumnos, tiene los baños rotos y sin agua. El apoyo de entidades privadas y de particulares.

APRENDIZAJE. Yessica sabe leer y escribir en Braille y se entusiasmó con la música en la escuela. APRENDIZAJE. Yessica sabe leer y escribir en Braille y se entusiasmó con la música en la escuela.
29 Abril 2004
Es ciego. Alejandro Cabezas tiene 10 años, pesa apenas 23 kilos debido a una anemia que ya es crónica. Nació prematuramente, a los 6 meses de gestación, y debido a que completó su desarrollo en incubadora con oxígeno artificial perdió la visión. Alejandro viaja todos los días con su mamá desde Bella Vista para asistir a la escuela para ciegos "Luis Braille", donde los docentes luchan a brazo partido para que los 67 alumnos puedan prepararse e insertarse lo mejor posible en su comunidad.
"Aquí aprendí a leer y a escribir en Braille y me entusiasmaron con la música. Yo quiero enseñar música cuando sea grande", confesó Yessica (17) a LA GACETA.
Alejandro, por su parte, quiere seguir estudiando y sueña con jugar al fútbol. "Lástima que no tengamos un patio para jugar, pero el profesor igual nos enseña", señaló. Es que su escuela no tiene espacios apropiados para el esparcimiento, la práctica de ejercicios, el juego ni el deporte.
En realidad, el edificio no está adaptado para las necesidades de los no videntes: las aulas son muy pequeñas; los pasillos, estrechos; las escaleras, peligrosas, y los baños están rotos y no tienen agua. Los 25 docentes y la directora del establecimiento, Nélida Yolanda Bermúdez, aspiran a conseguir mejoras en el edificio para el bienestar de los niños. Es uno de los objetivos que propone la institución, que hoy cumple 85 años.
A lo largo de su historia la escuela deambuló por distintos lugares hasta ocupar la casa de avenida Sáenz Peña al 400, donde las necesidades en el rubro infraestructura son numerosas. Recibe colaboración de asociaciones no gubernamentales, como el Rotary Club Tucumán "9 de Julio", de empresas privadas y de particulares. La mayoría de los chicos sufre otras patologías asociadas a su ceguera, por lo que la tarea de educarlos se hace doblemente difícil. Es el caso de Geraldine (6), quien padece además de su ceguera una hemiparesia bilateral que afectó también su lenguaje.

Integración
La directora recordó que la escuela Braille fue la primera en aplicar el programa de integración a la escuela común. De hecho, en su mayoría los egresados ciegos están insertos en colegios como el Nacional y en instituciones privadas. Los adultos también lograron insertarse en puestos de trabajo en hospitales, y en oficinas gubernamentales, comentó la docente. "A la escuela le hacen falta muchas cosas, como el arreglo de los baños, y proveer de maquinarias y elementos a los talleres que funcionan en Moreno al 200, donde se les enseñan oficios a los jóvenes ciegos", dijo. Por pedido de las madres de los alumnos, la esposa del gobernador, Beatriz Rojkés, gestionó ante Desarrollo Humano la entrega de bastones para los niños, ábacos, punzones, papel manila y pizarra inicial para escritura Braille, y ayuda para el arreglo de los baños.

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