Investigan si una banda que roba autos se halla implicada en el crimen de un joven taficeño

Investigan si una banda que roba autos se halla implicada en el crimen de un joven taficeño

El empresario, que se encontraba acompañado por un primo y por una amiga, se habría resistido a que dos hombres le quitaran su vehículo

EL SITIO DEL HORROR. En la zona de El Tobogán se produjo el atraco que terminó con la vida de Oreste. la gaceta / foto de josé juno EL SITIO DEL HORROR. En la zona de El Tobogán se produjo el atraco que terminó con la vida de Oreste. la gaceta / foto de josé juno
30 Mayo 2017

Las luces azules de los móviles policiales alteraron la paz de una gélida noche. Con el incesante andar de uniformados, los vecinos de El Cadillal se dieron cuenta que algo malo había pasado en El Tobogán. En cuestión de minutos, se confirmó el rumor que se había escuchado en la villa turística: un joven empresario de Tafí Viejo había sido asesinado en un intento de robo.

Hasta ese lugar habían llegado, pasada las 20, Martín Oreste, de 32 años, a bordo de su vehículo Chevrolet acompañado por su primo, Alfredo García Esteban (28) y la amiga de ambos, Luisa Analía González (40). Pese al frío, se quedaron allí más de una hora.

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Alrededor de las 21, según las primeras averiguaciones, García a los gritos, les advirtió a sus compañeros que dos personas llegaban caminando. Uno de los sospechosos sacó un arma y le gritó a la pareja que le entregara el auto. Oreste, le pidió a González que ingresara al auto y, cuando él intentaba hacer lo mismo, se escuchó un disparo que impactó en la cabeza del dueño del auto. García comenzó a gritar y los asaltantes huyeron a pie.

La mujer, según consta en el expediente judicial, fue la que llamó a una ambulancia, mientras que el primo de la víctima, se comunicaba con la Policía para denunciar lo que había ocurrido. A los pocos minutos la zona se llenó de uniformados. Mientras ello ocurría, en Tafí Viejo sólo se escuchaban lamentos por la muerte del joven que tenía una agencia de quinielas y trabajaba para una empresa de esa ciudad. En las redes sociales solamente hubo lugar para el dolor y para exigir el pronto esclarecimiento del caso.

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El fiscal Diego López Ávila, que también se trasladó hasta el lugar, ordenó un rastrillaje por la zona para tratar de dar con los autores del hecho, pero el esfuerzo fue en vano. Los investigadores de la División Homicidios, que actuaron supervisados por el comisario Fabián Salvatore, trabajan sobre dos hipótesis: que los buscados estaban a pie porque debían huir en el automóvil que querían robar, o que son de la zona.

Si bien es cierto que en las primeras horas se pensó en un posible móvil sentimental, con el correr de las horas esa teoría fue descartándose. Y más aún si se tiene en cuenta robos similares que se produjeron en ese sector de la villa turística.

Según confiaron fuentes policiales, se denunciaron al menos el robo de dos vehículos. En ambos casos las víctimas fueron pescadores que se encontraban practicando la actividad en la zona. Los casos fueron similares: dos personas los amenazaron con armas de fuego, les quitaron sus pertenencias, los equipos de pesca, un vehículo y un utilitario. El auto y la camioneta fueron encontrados días después en diferentes sectores de Las Talitas.

En uno de los casos, trascendió que dos hombres, utilizando armas de fuego, redujeron al dueño de la camioneta. Después de quitarle sus cosas, lo ataron las manos y los pies con los cordones de sus zapatillas y huyeron en el vehículo que lo sustrajeron.

Eso no es todo. Mario y un compañero de pesca, también fueron víctimas de un atraco. “Volvíamos por la ruta al auto, donde nos estaba esperando otro amigo. Se pararon dos motos en las que se trasladaban cuatro jóvenes y nos preguntaron cuál era el camino que debían tomar para ir al Timbó Viejo. Le dimos las indicaciones y se bajaron dos con armas en sus manos, nos amenazaron y nos llevaron las zapatillas y los celulares”, explicó el deportista en una charla con LA GACETA.

“La verdad es que me enteré de lo que le pasó a ese chico y me asusté mucho. No creo que hayan sido los mismos, pero si nos resistíamos quizás nos pasaba lo mismo”, concluyó el pescador.

María del Carmen García, vecina de la zona, opinó sobre el caso. “No es normal que pasen estas cosas. Acá está entrando la droga y nadie se ha molestado en frenarla. Por eso ahora muchos se dedican a robar y no a trabajar. Además, vienen muchos de afuera a asaltar a los visitantes de la villa”, sentenció la vecina.

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