El ex El Provincial, un refugio de delincuentes

El ex El Provincial, un refugio de delincuentes

Se suele definirla como el estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia hacia una persona, objeto o un asunto determinado. La indiferencia está íntimamente relacionada con la insensibilidad, es decir, cuando se carece de receptividad a determinados problemas y de disposición para resolverlos. Ambas actitudes se observan con frecuencia en nuestros gobernantes ante determinadas realidades. Bien sabida es la escasa importancia que se le asigna a la conservación del patrimonio. Ello sucede con la ex estación ferroviaria El Provincial, enclavada en avenida Roca al 600, que desde hace tiempo se ha convertido en un aguantadero de drogadictos y delincuentes.

Hace pocos días informamos que los vecinos del vetusto edificio viven atemorizados por los constantes asaltos que padecen; los ladrones emplean el lugar para escapar de la Policía, pero además porque se ve gente que está drogándose en forma casi permanente.

El empleado de un negocio contó que la zona se volvió muy peligrosa. Intentaron asaltarlos varias veces y les ofrecen las cosas que roban. “A los chicos se los ve drogándose todo el día; y son los mismos que después salen a asaltar a la gente que pasa, o a los vecinos”, dijo.

Un vecino señaló que los moradores circunstanciales “están ‘colgados’ de la luz, también les cobran a los feriantes para entrar al baño, lavan autos pero en realidad son delincuentes; siempre están drogados, todo el tiempo es lo mismo”.

Una fotógrafa de nuestro diario retrató a dos muchachos que habrían comprado droga en el lugar. Narró que los jóvenes llegaron al lugar, se detuvieron en una puerta de lona, y esperaron ser atendidos. Cuando ello sucedió, uno de ellos entregó dinero y le dieron un pequeño envoltorio que rápidamente puso en sus bolsillos.

Con cierta frecuencia, la Policía efectúa operativos. En julio pasado, tres menores que vendían cocaína fueron detenidos por la Policía; les secuestraron $45.000. En la ocasión, los vecinos dijeron estar cansados de la inseguridad. Un comisario dijo que el lugar estaba muy abandonado. “Fue una prueba fundamental para los 12 policías capacitados para este tipo de operaciones de irrupción, porque este edificio es laberíntico. Había puertas que uno traspasaba y había precipicios de seis o siete metros de altura”, afirmó. Pocos días después, la Policía detuvo a dos presuntos falsificadores en medio de una golpiza a una embarazada. Los seis detenidos recuperaron la libertad. La mujer fue internada en la Maternidad.

La estación se inauguró en 1889 y dejó de funcionar en 1978. El Organismo Nacional de Bienes del Estado le transfirió la sede a la Provincia en 2002 con la condición de que se la destinara a un museo ferroviario. En 2005, el Gobierno provincial solicitó la ampliación del destino de los predios para poder construir dos escuelas. Esta fue concedida y también se solicitó un plan de financiación para el pago de lo que ese organismo pedía por la transferencia de dominio, pero ello no se concretó, por lo que la Provincia no dispone del título de propiedad. El edificio está protegido por la ley 7.535, de Patrimonio Cultural.

Es lamentable que el valioso inmueble sea víctima de la depredación de los malvivientes, así como de la indiferencia y la desidia de los gobernantes, que podrían convertir la ex sede ferroviaria en una atracción cultural para los tucumanos y el turismo.

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