El merecido homenaje a un prócer de la Independencia

El merecido homenaje a un prócer de la Independencia

Suponemos conocido el hecho de que el coronel mayor Bernabé Aráoz fue una personalidad con desempeño muy destacado durante la Guerra de la Independencia. Estuvo al frente del grupo de vecinos tucumanos que solicitó al general Manuel Belgrano que detuviera la retirada del Ejército del Norte en nuestra ciudad, y que enfrentase a los realistas.

Apoyó con diligencia y generosidad el reequipamiento de esa fuerza, que así se puso en condiciones de triunfar en el Campo de las Carreras, aquel memorable 24 de septiembre de 1812.

Meses más tarde, estaría al mando del contingente de Tucumán que actuó en la victoria de Salta, el 20 de febrero de 1813, y cuyo desempeño mereció un cálido elogio de Belgrano en el parte de acción.

Fue el primer gobernador de la provincia autónoma de Tucumán y, al reunirse aquí el Congreso de la Independencia, tomó las más eficaces medidas para que las sesiones se realizaran con toda regularidad. Envuelto luego en las guerras civiles, sabemos que terminó injustamente fusilado en Trancas, en 1824.

La acción de Aráoz, así, puede equipararse perfectamente a la que desarrolló, en las vecinas Salta y Jujuy, el célebre Martín Güemes con sus milicias criollas. Parece acertada entonces la gestión que se ha anunciado (ver LA GACETA de ayer), de pedir a la Legislatura Provincial que formule una solicitud, a la representación de Tucumán en el Congreso de la Nación.

La misma consistirá en proponer el parlamento declare a Bernabé Aráoz “Héroe nacional y General post-mortem”, jerarquía que ya tienen, por disposición del Congreso, los patriotas norteños Güemes y Manuel Eduardo Arias. Significaría instalar al tucumano en el sitio de honor que le corresponde, dentro de las altas personalidades de los inicios de la patria, gran parte de cuyas sangrientas luchas tuvieron por escenario esta zona del país.

Hace más de un siglo, la tarea de Aráoz fue reivindicada por Ricardo Jaimes Freyre, en su libro “Historia de la República de Tucumán”, rectificando los juicios desdeñosos de otros difundidos historiadores. De allí en adelante, estudiosos como Ramón Leoni Pinto han ahondado en la acción del tucumano, aportando nuevos documentos y nuevas reflexiones.

En marzo del año pasado, como se recordará, al iniciarse los festejos de la magna fecha de 1816, el Ente Bicentenario de Tucumán colocó una placa recordatoria, en el solar donde se alzaba la casa de Aráoz.

Ahora, de acuerdo a lo que informamos, el proyecto turístico “Camino de la Independencia”, se propone un recorrido de cinco días que exalte la figura de Aráoz. Se iniciará en Monteros y seguirá en Famaillá, Lules, Yerba Buena, La

Encrucijada, San Miguel de Tucumán y culminará en Trancas el 24, aniversario de la muerte del destacado hombre público.

Los actos consistirán en cabalgatas, espectáculos folklóricos, un foro de historiadores y otros actos culturales.

Nos parece acertado que Tucumán se preocupe por honrar la acción de quienes se jugaron por la patria, en los momentos en que ella se estaba formando entre mil penurias. Sacar a luz sus merecimientos, constituye no solamente un muy justificado tributo de gratitud: contribuye, además, a fortalecer nuestra identidad.

No solamente las autoridades sino el público, con su activa participación, deben apoyar los homenajes de este tipo, que son, fuera de duda, ampliamente merecidos.

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