Tucumán es la puerta del turismo mochilero en el norte argentino

Tucumán es la puerta del turismo mochilero en el norte argentino

Gracias al tren, nuestra provincia se vuelve un punto estratégico para los turistas mochileros que siguen la ruta al norte. Muchas veces continúan hasta Bolivia, Perú o Ecuador.

PUERTA AL NORTE. En la vieja estación de trenes Mitre, comienza la aventura para los mochileros que vienen de todas partes. LA GACETA/ ARCHIVO PUERTA AL NORTE. En la vieja estación de trenes Mitre, comienza la aventura para los mochileros que vienen de todas partes. LA GACETA/ ARCHIVO
18 Enero 2017

El tren llega a la estación los martes y viernes y el paisaje tucumano se llena de mochileros que vienen de todo el país a conocer el norte argentino. Desde jóvenes de 17 años hasta adultos de 30 y pico, con menor o mayor presupuesto, recorren las rutas del norte a dedo o en colectivo para formar parte del encanto de los Valles y de la puna argentina.

Los viajeros llegan a Tucumán tras 27 horas de tren y buscan descansar. Se quedan entre dos o tres días en la ciudad, salen a recorrer los museos, la infaltable Casa Histórica y si el calor pega mucho se dan una escapadita a San Javier para pasar el día o incluso a los Valles en el primer micro de la mañana y vuelven en el último.

“Por lo general llegan hasta La Quiaca y pegan la vuelta. La mayoría vienen de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Neuquén. También llegan muchos extranjeros”, explica Cristian Murua (26 años), encargado de Tucumán Hostel, y agrega: “por lo general se quedan dos o tres días, no más que eso, y siguen su viaje al norte, la mayoría vuelve cuando ya van cerrando su viaje”.

Hugo Moreno Araujo (32) es encargado y vive en el hostel OH! Afirma también que los martes y viernes son los días que más movimiento hay. Los viajeros golpean las puertas del hostel desde el mediodía hasta la medianoche buscando un lugar para descansar.

“Nos dimos cuenta de que la pileta es fundamental para ellos que no están acostumbrados a tanto calor... es muy lindo el ambiente que se arma, a veces se juntan a la noche con una guitarra y se quedan hasta tarde y parece que llevan tiempo de amistad entre ellos y en realidad se han conocido hace dos minutos”, explicó Araujo.

Camionero al rescate

LA GACETA hizo un recorrido por distintos hospedajes. En Tucumán Hostel descansaba un grupo de tres hermanas que, después de varios traspiés, finalmente pudieron llegar a Tucumán. Ariana (19), Ana Luz (25) y Ayelen Raulet (27) son de Asención, una localidad de tan sólo 5.000 habitantes en la provincia de Buenos Aires.

Llevan mucho tiempo planeando este viaje y la opción del tren es lo que lo hace en gran medida posible ya que representa un 50% menos de gasto de transporte en temporada alta. Las tarifas van desde $ 740 hasta $ 1.300 ida y vuelta en tren, a diferencia del colectivo donde se estima un gasto aproximado de $ 4.000 el viaje redondo, muy parecido al precio de avión (consiguiendo el pasaje más económico).

Las hermanas cuentan, sin embargo, lo difícil que fue acceder al sitio para comprar online los pasajes en tren; este es el primer año en que se consiguen los tickets con esa modalidad. “La venta del boleto de tren es un caos, este es el primer año que podés sacarlo online pero fue imposible porque el sistema estaba saturado, nos tuvimos que llegar hasta la estación y era un mundo de gente. Conseguimos sólo de vuelta, sabíamos cuándo volvíamos pero no sabíamos cuándo nos íbamos”.

Con al menos un boleto de tren en mano se pusieron a hacer números para llegar a Tucumán en colectivo, pero chequearon los precios a mediados de noviembre ($ 900 desde Capital Federal hasta San Miguel de Tucumán) y 10 días después, cuando fueron a comprarlos, ya estaban a $ 2.000 cada tramo. Cuando los planes empezaban a aguarse porque el presupuesto se salía de lo previsto, papá salió al rescate. Es camionero y el 1° de enero lo llamaron para hacer un viaje al norte, y ellas no dudaron. Las chicas se subieron junto a las cargas y compartieron más de 1.000 kilómetros en familia. Otro toque de color para sus ansiadas vacaciones.

Entre charla y pileta recuerdan que conocieron mucha gente en el viaje y les sorprendió la cantidad de turistas (sobre todo franceses, dicen) que se cruzaron por Tafí del Valle, Cafayate, Purmamarca y algunos destinos más. “Entre nosotras charlábamos sobre la cantidad de gente que viene de afuera, recorren todo el país y por ahí una que vive acá y tiene la oportunidad no lo hace o sale a otro lado sabiendo que tenemos lugares hermosos en Argentina”. Según ellas, ese fue uno de los aprendizajes más valiosos de este viaje que arrancó y terminó en Tucumán.

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